Después de 5 años la familia Anderson vuelve a Outer Banks.
Al volver a Outer Banks, Rachel recuerda viejos tiempos tanto buenos como malos.
Aunque también a reencontrarse con sus viejos amigos y un amor de niños.
jj Maybank
Outer Banks
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El ferry acababa de desembarcar en las costas de Outer Banks. De este bajaban muchas personas, pero entre ellos una pareja, junto a dos adolescentes.
— Por fin bajamos de este barco, pensé que íbamos a vivir ahí -- dijo la chica
— No seas exagerada Rachel — dijo el joven rodeando los ojos, mientras se colocaba los lentes de sol — ¿Y cuándo llega el auto? —
Antes de que el padre pudiera contestar algo un auto llegó al frente de ellos. Un chico bajó de él y le entregó la llaves a la pareja.
— Por fin — dijo Rachel entrando al auto, mientras su familia la imitaba
Cuando todos entraron al auto El señor Anderson arrancó el vehículo y dió marcha hacía Outer Banks o como sus habitantes aveces lo llamaban “El paraíso en la tierra”
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de un rato la familia llegó a la parte rica de la isla Figure eight.
— Todavía no puedo creer que vayamos a vivir con la abuela — dijo algo desanimado el chico con lentes de sol
— Porque así va a ser James — dijo el señor Anderson — Además a tu abuela le agradará verte
— A la que no querrá ver es a Helena — susurro Rachel hacía su hermano refiriéndose a la nueva esposa de su padre, que no era del agrado de ninguno de sus hijo y madre.
Los dos chicos rieron por lo bajó para no llamar la atención de la rubia.
Helena Harrison no era una persona muy querida por la familia. La menor sabía que esa mujer solo estaba con su padre por dinero ya que antes de que su padre cerrará un gran trato para avanzar en su carrera, la mujer no se había percatado de su existencia.
Después de un rato de viajé, llegaron hacía la entrada de la casa. Las rejas se abrieron dejando entrar al auto a la gran casa, dando media vuelta a la fuente que había adelante de la gran casa, para luego estacionar enfrente de la casa.
