Los Días Que Te Amé.

Capítulo 0.

Golpes con eso incia la vida del pequeño Wei Ying, desde muy temprana edad a sufrido tragedia tras tragedias. Unas más dolorosas que otras, tras vivir una vida tan dolorosa y sufrir maltratos los primeros ocho años de  su vida jamas se le borró aquella radiante sonrisa que regalaba a cualquier persona.

Wei Ying un enérgico y carismático niño que era como la luz con aquella radiante sonrisa adornado su rostro, tan bello que pareciera si  al tocarlo desaparecerá como una burbuja. Pese a sufrir humillaciones por su apariencia y maltrato por lo mismo, nunca dejaba de regalar una sonrisa a todo el mundo, guardando todo su dolor bajo ella, como todas las noches el pequeño niño salía y pedía a las estrellas que le mandara su Ángel para protegerlo.

El tiempo tracurrio con el cambio de las estaciones, hasta que llegó ese día donde Wei Ying conoció aquel que se convirtió en su luz en medio de la oscuridad en la que vivía. Siendo adoptado por una de las más famosas y poderosa familia de China, llendo a vivir como el tercer hijo de la familia Jiang.

Donde fue recibido con amor y llenado de cariño por parte de ambos hermanos y aquel hombre de amable sonrisa, su vida de Wei Ying empezaba a dar rumbos diferentes, pero no fue por mucho tiempo, empezó a sufrir maltrato y humillaciones por parte de aquella mujer que lo miraba con odio.

Golpes y moretones era lo que ocultaba bajo la ropa Wei Ying con tan solo llevar viviendo ahí por menos de dos años, su cuerpo siempre estaba cubierto por golpes nuevos unos verdes o otros morados, sus hermanos no sabían de la situación que sufría y vivía en silencio todos los días. Con regularidad el pequeño niño llegaba a comer su comida del suelo ya que aquella mujer se la tiraba y lo obligaba a comerla de ahí, en su corazón no le guardaba rencor por lo que hacía.

Desde que entiendio cual era la posición que mantenía en esa casa se limitó a no dar problemas, no deseaba que su padre peleara con su esposa por el, podía soporta aquellas miradas de odio y frialdad.  El poco cariño y amor que tenía en su vida era por parte de sus amados hermanos y padre que atesoraba con fervor en su corazón y memorias.

Los años pasaron tal cual cambió de estación, con ellos los abusos y humillaciones que se hacían cada vez más difícil de sobre llevar. Los tres hijos de la familia Jiang ya asistían a la escuela media, siendo estudiantes de élite y un gran ejemplo para todos. Pero eso no era suficiente para Yu Xixuan que buscaba cualquier motivo para golpear a Wei Ying eso era lo que más disfrutaba ella, ya que lo culpaba de que su matrimonio se encontrara fracturado.

Wei Ying teniendo la edad de dieciséis años, era un hermoso joven poseedor de una sonrisa coqueta y una actitud alegre, de un largo cabello negro que sujetaba con una cinta roja, era un estudiante de élite y al contrario como se mostraba era calmado y muy centrado en sus estudios. Junto a Jiang Cheng ocupaban el puesto uno y dos entre los cien mejores del país.

Dentro de aquel mundo donde era el escenario de vida de los tres jóvenes, debido al negocio que manejaba el Jiang Fenmiang desde temprana edad se vieron rodeados en aquel ambiente tan asfixiante y pesado donde asistían las personas más importantes de toda China y  países extranjeros.

Dos años pasaron para la familia Jiang para anunciar el compromiso de sus tres hijos con orgullo, pese a las quejas que se generó después de que se enteraran, la hija mayor de la familia había sido comprometida con el único hijo de la poderosa y famosa familia Jin ese compromiso lo había sellado Madam Yu haciéndola completamente feliz, en cuanto a los hijos menores habían sido comprometidos con los Jades de Lan, en esos años el matrimonio entre personas del mismo sexo ya no era mal visto por la sociedad.

Aún renuentes los jóvenes se reusaban aquel compromiso, ellos al estar cerca de los veinte años tenían la dulce ilucion de enamorarse de aquella persona que le ocasionara esa sensación de mariposa en su estómago. No sentir enojo al pensar que en un tiempo estarían uniendo sus vidas con aquellas personas que solo habían visto en aquellos eventos los cuales iban por educación y obligación.