MORRIGAN. [Seth Clearwater]

━━━━ 004. LUNA NUEVA.

| we should let her die. |

—¡Jake, no!— exclamó Morrigan aferrándose aun mas a la espalda de Paul cuando vio como Jacob iba a empujarlo.

Luego de que Sam se les haya adelantado, los tres quileute comenzaron a caminar hacia la casa de Emily, la prometida e impronta de Sam; Morrigan estaba en la espalda de Paul, ambos hombres lobo sabiendo lo perezosa que era su amiga y también así iban a llegar más rápido.

Paul entro sin dudarlo a la casa de Emily y dejo en el suelo a Morrigan, corriendo hacia la pequeña mesa que había en el centro del hogar para comenzar a devorar los muffins recién hechos que había preparado Emily.

Embry golpeó a Paul en el hombro. —Déjale algo a Mo— reprendió el muchacho.

La recién nombrada observo a Bella quien tenía su ceño fruncido y su mirada en ella.

—Lo sabias y no me lo dijiste— vociferó la castaña desde su lugar hacia la humana de la manada.

Morrigan la ignoro y comenzó a caminar para sentarse junto a sus amigos.

—Será mejor que no te metas con Morrigan— acotó Embry mientras pateaba a Jared por abajo de la mesa y con un movimiento de cabeza le señalaba la silla que reposaba frente a el. —Se volvió la protegida de la manada luego que se estableció la conexión— acotó hacia la humana ganandose un golpe en la nuca por parte de Paul.

—¿Que se dice cuando tratas de matar a alguien, Paul?— canturreo Morrigan mientras avanzaba.

El hombre lobo miró a Bella y le sonrió de lado. —Lo siento.

Morrigan ignoró todo lo que estaba pasando y le agradeció a Jared por haber movido la silla para quedar frente a Embry y Paul, quienes rápidamente le tendieron un muffin cada uno para que la humana coma.

—¿Vínculo?— inquirió Bella sin comprender, observo a Jacob quien estaba apoyado en el marco de la entrada principal mirando como Morrigan se alimentaba.

—Vamos a la playa y te lo explico.

—Oh, yo quiero ir a la playa. ¿Podemos?— inquirió Morrigan con brillo en sus ojos hacia el alfa de la manada.

A Morrigan le encantaba la playa, no le gustaba el hecho de la arena metiéndose en cualquier lado de sus ropas, pero le gustaba el olor a mar y poder correr libre sin importar nada.

—Morrigan...

—Por favor, Sam. Se defenderme y no estaré sola. Embry, Jared y Paul vendrán conmigo— indicó la muchacha mirando a sus amigos, quienes estaban muy ocupados en comer lo más posible.

—Si, vayan a divertirse— afirmó Emily con una sonrisa mientras abrazaba al alfa, quien la miró con una ceja alzada. —Vamos, Sam. Estará bien.