Prólogo

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Las nubes tan similares al algodón como siempre se podían ver aún mejor desde el asiento del pelirrosa que se encontraba junto a la ventana.

Mitsuba había cosechado una gran fama a nivel mundial durante sus últimos cuatro años de carrera profesional de fotógrafo, incluso ganó incontables premios.

No había una sola persona que no haya visto al menos una vez una fotografía de aquel pelirrosa o en calendarios hasta museos de fotografía.

Podría haberle sacado una foto a las nubes que veía desde la ventana, pero no la sentiría Real debido al vidrio que interfería entre las nubes y su cámara.

Mitsuba podía, no, era muy meticuloso en cuanto a sus fotos, hasta el más mínimo detalle que le moleste haría que considere una posible foto una total perdida de tiempo.

Una vez en la televisión el fue un jurado en una especie de programa donde distintos fotógrafos aficionados presentaban sus fotos y unos profesionales debían determinar cual era la mejor.

Digamos que las cosas no salieron del todo bien. Se enojó bastante con los participantes, decía que sus fotos eran basura, que no deberían volver a tocar una cámara.

Eso le dió fama de grosero, egocéntrico y arrogante, cosa la cual era un poco cierta, pero que Mitsuba siempre negaba, diciendo que estaba bajo el efecto del alcohol, y que se arrepentía.

Pero todos sabían que no era alcohol, simplemente el verdadero Mitsuba Sousuke salió a flote, mostrando su parte más desagradable.

Fue juzgado por muchas personas, y en repetidas ocasiones pidió perdón de forma sincera, pero todo el mundo se negaba a creerle.

Mitsuba, por más que no lo muestre, se arrepentía de eso hasta el día de hoy, y muy en el fondo, le lastimaba que todo el mundo piense y hable mal de el.

Además de que últimamente fue juzgado de tener fotos copiadas de otros fotógrafos menos conocidos o usar trucos en sus fotos con las que ganó varios premios.

El ser juzgado de esa forma por tanto tiempo hizo que el desarrollara una defensa basada en comportarse como un arrogante y egocéntrico, lo cual solía subirle el autoestima.

El no quería hacer eso, no quería comportarse así, pero nadie estuvo ahí para apoyarlo, solo deseaba no ser reconocido como un idiota.

El sabía que nada podría cambiar eso, pero deseaba que por alguna razón mágica, de un día para el otro, todos dejaran de mirarlo mal.

Obviamente las fotos que iba a sacar para aquella película medio pelo de una escuela con fantasmas, misterios y exorcistas no iban a cambiar nada, pero tal vez conozca a alguien que no lo vea como un enojon y un arrogante.

La película sería filmada en Japón, su tierra natal, donde fue criado hasta los 19 años hasta que el se fue a Estados Unidos para estudiar en una prestigiosa escuela de fotografía.

Probablemente debería visitar a sus padres cuando llegue ahí, hace años que solo habla con ellos por mensajes de texto, por más de que no sea su culpa, no podía evitar sentirse mal por no haberlos visitado durante todos los años en los que su fama ascendía.

El avión había aterrizado, y Mitsuba bajó junto a todos los demás pasajeros, y algunos se veían sorprendidos al ver a Mitsuba Sousuke en el avión.

Al salir del aeropuerto entró a un auto enviado por los directores que dirigían la estupida película y que también lo habían contratado.

Esos dos directores eran los hermanos Yugi, reconocidos por su famosa, pero estupida película sobre un árbol llamado el árbol de las confesiones.

La trama era increíblemente estupida, sobre un árbol, que si te declarabas o alguien se te declaraba a ti debajo de el los dos quedarían enamorados para siempre o algo así.

Su segunda película prometía ser igual de mala e igual de inentendiblemente famosa que la anterior.

Iba a tener tres protagonistas, una chica desesperada por otro chico, un exorcista rubio y un fantasma que vive en los baños.

Parecía que uno de los hermanos interpretaría a aquel fantasma... no sabía si era tener ego o ser ambicioso.

Mitsuba llegó al hotel donde se hospedería durante el tiempo que estaría en Japón tomando fotos para la película.

No era un hotel mega caro, pero no se veía mal, al menos no dormiría junto a las cucarachas en un hotel de una estrella.

Tomó la llave de su habitación reservada, la cual se encontraba en el ante ultimo piso, la habitación número 94.

Mitsuba caminó por los pasillos del piso de su habitación luego de subir por el ascensor.

Iba revisando nuevas propuestas de trabajo en su celular, las cuales se veían más prometedoras que la idiotez que hacía en ese momento, pero ya había aceptado el trabajo.

De repente se chocó con una persona, provocando que caiga al suelo, poniéndolo de un peor humor del que ya tenía.

- ¿Qué mierda te sucede?- Preguntó el pelirrosa molesto viendo a la persona con la que había chocado.

- ¡Lo siento! ¡Estaba distraído revisando algo importante!- Dijo un rubio tomando el celular de Mitsuba y devolviendolo a su dueño.

Mitsuba vio los papeles que el rubio llevaba, y era lo que parecía ser un guión con el título de la película para la que lo habían contratado.

- ¿Te encuentras bien?- Dijo el contrario dándole la mano a Mitsuba para que pueda levantarse.

Mitsuba rechazó la ayuda del ojiazul, levantándose sin ayuda.

- La próxima mira bien el camino.- Le advirtió mientras seguía su camino hacia su habitación.

El rubio tomó su libreto y vio al pelirrosa que continuaba caminando por el pasillo del hotel.

- ¿Ese no es el fotógrafo?- Se preguntó a sí mismo.

- ¿Ese no es el fotógrafo?- Se preguntó a sí mismo

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NUEVA HISTORIA MITSUKOOOOOOU. ¿A qué no se la esperaban los que no leyeron mi anuncio de hace unas horas? Quería compensar el hecho de cancelar la temporada dos de Un Deseo. Así que acá tenemos el nuevo fanfic, espero que lo disfruten.

La Fotografía (MitsuKou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora