Mitsuba es un reconocido fotógrafo que vuelve a su país natal, Japón, para tomar fotos para pósters promocionales de una película. En esa película actúa un rubio llamado Kou, quien en poco tiempo se vuelve el modelo favorito de Mitsuba para fotograf...
Ese lente se encontraba roto, pero por alguna razón, se podía ver mejor que nunca cuando le apuntaba al rubio
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Mitsuba logró dormir después de estar un poco más de una hora lamentándose. Aunque quisiera, no podía evitar imaginar a su madre preguntando por el en sus últimos días.
Los rayos del sol se posaban en la cara del pelirrosa quien comenzaba a despertar. No tenía ganas de siquiera moverse, pero hoy era la primer sesión de fotos de la película, y el obviamente tenía que asistir.
Se levantó de su cama y volvió a verse en el espejo, ahora se veía... lamentable. No le gustaba verse así, parecía débil y vulnerable.
Tomó lo necesario para la sesión de fotos y salió de su habitación sin ganas de hacer nada. Quería irse de ese país, quería alejarse de todos, encerrarse en su casa y no salir nunca, pero no podía hacerlo.
Continuó su camino hasta el set donde se iba a reunir con los actores, directores y más personas que trabajaban en el proyecto. Llegó al lugar y vio una gran cantidad de cosas, entre ellas el lugar donde los actores debían posicionarse para que Mitsuba los fotografíe.
Se acercó a quienes parecían ser los directores de la película, dos chicos de pelo negro al parecer discutiendo sobre algo.
- Oigan.- Dijo Mitsuba mientras se acercaba.
- ¡Oh, eres tú!- Exclamó el menor de los hermanos al verme.- Emm, Mi... Mi...
- Mitsuba.- Dijo algo irritado por el hecho de que uno de los directores que lo contrataron no sabía su nombre.
- ¡Si! ¡Eso! Yo soy Tsukasa y el es mi hermano Amane.- Se presentó a el y a su hermano.
- ¿Cuando empezaremos? Debo hacer otras cosas.- Dijo Mitsuba refiriéndose a volver a su hogar.
- ¡Mira, ahí está uno de los rubios!- Gritó señalando a uno de los actores que acababa de llegar.
- Son los Minamoto, no los rubios.- Corrijió Amane.
Mitsuba se preparaba mentalmente para soportar la irritante actitud del hermano menor Yugi. Volteó a ver al recién llegado y se sorprendió al ver que era el rubio con el que se encontró en el hotel.
- Hm, ¿en serio contrataron a ese idiota?- Le preguntó al mayor de los Yugi.
- ¿Tienes algún problema con el?- Dijo Amane.
- Solo comenzemos esto de una vez- Evadió la pregunta para irse a preparar su cámara.
Todo estaba preparado, lo único que faltaba era tomar las fotos e irse, definitivamente necesitaba un descanso de tomar fotos.
El primero al que debía tomarle fotos era a Minamoto Kou. Mitsuba se preparó para fotografiarlo pero notó algo que había pasado desapercibido por el.
El lente de la cámara estaba roto, y no trajo una cámara de repuesto, pero... había algo que simplemente evitaba que Mitsuba quite su mirada de lo que la cámara estaba enfocando.
No sabía por qué, pero Mitsuba estaba anonadado por cómo aquel rubio se veía en las cámaras. Como si fuera una persona totalmente diferente.
Debía fotografiarlo, por más de que la cámara esté rota y no se viera bien, era la primera vez que Mitsuba iba a permitir que un error no arruine una foto.
Kou tenía una extraña seguridad y al mismo tiempo tranquilidad que lograba que Mitsuba se sienta de alguna forma extasiado, como nunca se había sentido.
Tomo una y otra foto, ni miles de fotos eran suficientes para satisfacer al pelirrosa, necesitaba tomar la mayor cantidad posible de fotos.
A Kou le comenzaba a parecer extraño que Mitsuba le saque tantas fotos solo a el, se iba a terminar la sesión y todavía seguían tomando fotos.
Mitsuba se percató de esto y decidió dejar de tomarle fotos al rubio, pero recordó que su cámara seguía rota.
- Bien, suficiente.- Dijo Mitsuba tomando su cámara.
- ¿Qué sucede con los demás?- Preguntó Kou.
- De repente mi cámara dejó de andar. Debemos continuar otro día.- Anunció a todos los actores y personas que se encontraban en el lugar.
Algunos protestaron y otros tomaban sus cosas para regresar a sus hogares. Entonces los dos directores se acercaron a Mitsuba.
- ¿Cuando continuaremos la sesión entonces?- Preguntó Amane un poco molesto porque la sesión se haya cancelado.
- Dentro de dos días está bien. Yo debo hacer algo mañana.- Dijo Mitsuba guardando su cámara y acercándose a uno de los actores.
Se acercó al rubio quien se encontraba un poco confundido por lo que Mitsuba acababa de anunciar.
- Oye, exorcista.- Dijo Mitsuba llamando la atención del menor de los Minamoto.
- Puedes llamarme Kou.- Dijo amablemente.
- Lo que digas. Mañana veámonos en esta dirección.- Dijo dándole un papel con la dirección que mencionó.- Las fotos que tomé hoy salieron mal, así que debemos tomar algunas más, nos vemos ahí.
- ¿No deberíamos continuar en la próxima sesión?- Preguntó Kou un poco confundido.
- Solo ve allí, conozco un lugar mejor para tomar fotos.
Mitsuba se fue dejando desconcertado al rubio. Por alguna razón le creyó al fotógrafo, lo acababa de conocer, pero... le tenía confianza.
Mitsuba llegó al hotel y se sentó en su cama para revisar las fotos tomadas ese día. Rápidamente buscó las fotos del rubio y las vio con atención.
Era increíble, sentía como las ganas de tomar grandes fotos volvían a el. Como se sentía... vivo de nuevo.
Cada foto era mejor que la anterior, el rubio definitivamente era un caso distinto a todas las personas a las que Mitsuba fotografió.
Amaba como se veía, sus facciones, sus poses, sus ojos, todo le encantaba. Ni siquiera pensaba en lo que estaba diciendo en su mente debido a que la foto lo tenía demasiado concentrado.
Verlo ahí le hacía olvidar que el lente estaba roto, que todos lo odiaban, que quería volver a su hogar.
El Mitsuba de siempre eliminaría esas fotos, pero no el Mitsuba que se encontraba en ese momento, ese Mitsuba guardó las fotos y salió inmediatamente a comprar una nueva cámara.
Debía tomar más fotos, debía verlo en distintos lugares, debía... conocer más a Minamoto Kou.
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Les debo una enorme disculpa por no haber actualizado en tanto tiempo. Me siento un poco culpable por no haber actualizado en tanto tiempo, pero es por una simple cosa. La Nintendo Switch. Quiero agradecerle a los que siguen leyendo esta historia, porque puedo entender que haya algunos que la hayan dejado de leer debido a lo que tardaba en actualizar, pensando que la había abandonado. Pero esta historia me está gustando mucho como para abandonarla. Gracias por todo el apoyo, voy a intentar ser más constante con las actualizaciones. Nos vemos en el próximo cap.
