CAPÍTULO 7

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Se aflojó la corbata y después se desabotonó la camisa para después sentarse en su sofá y ahí quedarse dormido.

A la mañana siguiente, se levantó temprano para hacer el desayuno.

L: dios! Mi cabeza - se despertó tocándose la frente, se levantó y vio la habitación de... - qué? - dijo confundida saliendo de la cama rápido y yendo a dónde había ruido. - otra vez tú?

Li: despertaste... Como te sientes? Ten - le extendió la mano con una pastilla para el dolor de cabeza.

L: no quiero nada, por qué estoy aquí otra vez y contigo? Me largo.

Li: no puedes.

L: cómo que no puedo, claro que puedo.

Li: y a dónde vas a ir?

L: al hotel donde estoy, obvio.

Li: vaaaaya, realmente no te acuerdas de nada. - decía mientras cocinaba

L: de qué diablos me estás hablando? - lo miró seriamente

Li: ayer fui al hotel a ver a un inversionista con el cual tenía cita para arreglar unos papeles y bueno, a lo lejos en la barra te vi haciendo alboroto pidiendo más alcohol... Conclusión, no puedes volver porque te botaron, ya no puedes entrar. Son órdenes del hotel.

L: y por qué estoy aquí contigo y no en la calle cómo la patética que soy? - Liam dejó de comer para acercarsele.

Li: en primera; no eres patética, eres hermosa y dos; ofrecí llevarte conmigo porque te querían llevar a un asilo para alcohólicos. - la chica quedó sorprendida y agradeciendo por dentro. - come un poco y tómate la pastilla que te ofrecí. - Lucía lo miró y así lo hizo.

Li: y qué estás haciendo aquí en Burdeos?

L: vine a pasar unos meses porque tuve un problema allá en Miami.

Li: viniste sola? - lo decía con doble intención, a ver que obtenía.

L: sí, bueno de hecho ayer vino mi mejor amigo que es como mi hermano, Benjamín Rossi. Debes conocerlo porque es dueño de las empresas de cosméticos Ross.

Li: sí, lo conozco. Cuántos meses te quedarás?

L: no lo sé, así como voy no sé... No tengo trabajo, no tengo donde vivir... Tengo dinero que me dejó Benjamín pero... - pausó

Li: pero qué?

L: lo he gastado en cosas muy estúpidas - quería llorar.

Li: hammm si quieres puedes quedarte unos Días aquí mientras consigues algo, no sé. - dijo temeroso.

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C: tengo una cita con el señor Rossi - decía Camila

: bueno pues pase.

C: gracias - se levantó y fue al despacho.

B: buenas tardes señorita...

C: Camila. - completó

B: claro, y dígame qué se le ofrece de cosméticos Ross?

C: realmente vengo a decirle que sus cosméticos son realmente sorprendentes, anti agua, resistentes y duraderos, magníficos...

Minutos después Camila ya estaba encima del escritorio tratando de besar a Benjamín.

B: oyee, quítate de aquí, déjame.

C: por favor dame una oportunidad, no te hagas del rogar, me gustas mucho y quiero invitarte a salir - le agarraba la corbata acercandolo a ella.

B: no me gustas, no quiero nada contigo ni con ninguna mujer porque no me gustan - Camila abrió los ojos y quedó estática.

SalvatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora