💕Tres Aromas.💕

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NamJoon se mantenía de pie fuera de la universidad. Mirando con un poco de envidia a las parejas que se encontraban profundamente enamoradas y regaban azúcar por todo el campus.

Nunca había tenido una relación con la que su lobo se encuentre seguro de haber encontrado a su destinado o destinada. Ni siquiera una con la que las cosas vayan enserio y no lo lleguen a utilizar.

Pero a pesar de eso, él no perdía la esperanza en que algún día podría encontrar a destinado o destinada, a su otra mitad, al amor de su vida. Y entonces podría tener la dicha de experimentar al sentimiento más hermoso que alguna vez haya existido.

Caminó unos cuantos pasos hasta llegar a una banca de madera, para después sentarse sobre ella, la cual se colocaba justo delante del hermoso ocaso que estaba presenciandose.

Dió una última mirada hacía las parejas para después dirigirse a su mochila y de ella sacar su libro favorito "Frankestein", con el fin de retomar su lectura justo en donde se había quedado.

Estaba realmente concentrado en su mundo pensamientos que por poco y no nota cuando una mano se poso en su hombro. Al momento de posar la vista en el dueño de esa mano, quedó completamente congelado.

¡Diablos! "Este chico es demasiado hermoso" "¡Él más hermoso que haya visto en toda mi lobuna vida!" Pensó.

Sus labios eran tan gruesos, su piel perfectamente blanquecina y delicada, sus ojos perfectamente formados en una avellana y aquél delicioso aroma a vainilla con chocolate blanco y chicles...Era simplemente perfecto.

-Hola.-Le saludó tímidamente a aquel que parecía ser un Omega.

-Hola. ¿Te importa si me siento? Al parecer no hay muchos lugares para descansar por aquí.

-¡Oh, claro!-Inmediatamente tomó su mochila, la cual previamente ocupaba el espacio a su costado. Se recorrió y dejó que este se sentará. Por supuesto que con una distancia favorable.

Se formó un silencio en medio de los dos jóvenes. NamJoon estaba algo sonrojado al tener a su lado a un Omega tan hermoso y no podía hacer más que esconder su sonrojo en su libro. El cual simulaba leer al mismo tiempo que miraba al Omega pelinegro con soslayo.

-Así que, Frankenstein, ¿eh?...-Al Omega no le gustaba hablar con Alfas, pero sentía la gran necesidad de entablar una charla con aquel alfa de aromas atractivos.

-A-ah...¿Lo has leído?-Preguntó tímidamente, escondiendo una gran alegría en su pecho.

-Bueno...¿Quién no ha leído Frankenstein?

-En realidad no muchas personas, ya que si fuera así nadie pensaría que Frankenstein es el monstruo y no el doctor que lo creó.

-Si, tienes razón...-Asintió.-Pero, ¿Sabes? Yo odio al doctor Frankenstein.

-¿En serio? ¿Por qué?-Preguntó NamJoon, sintiendo que su timidez desaparecía.

-Bueno, si desde un comienzo lo hubiera reconocido como su hijo nada de lo que hizo hubiera sucedido. El solamente quería que su padre se sintiera orgulloso de él...en cambio, lo lastimó y lo trató como si fuera culpa de él haber existido.-Ante estas palabras el Omega guardó silencio, mientras observaba la acera fijamente.-A demás de que...ni siquiera dejó que experimentara el amor. El sentimiento más hermoso que se pudiera experimentar... Frankenstein no se merecía eso.

NamJoon observaba en silencio, pues aquellas palabras tenían obviedad, aunque él tenía su punto de vista.

-Cof, cof...-Tosió para aclarar su voz y para alivianar aquel silencio que comenzaba a presenciarse.-Bueno, tienes mucha razón en lo que acabas de decir. Pero también hay que tener en claro que Frankenstein estaba orgulloso de su creación, pero de lo que no estaba orgulloso es de que era malévolo por naturaleza y que gracias a eso muchas personas podrían terminar siendo sus víctimas. Espero y no hayas olvidado la parte en donde asesinó al sobrino de Frankestein.-El pelinegro sonrió ante las palabras del chico castaño. Para después ofrecerle su mano en señal de presentación.

♡ YOU SAVED ME ♡ [KNJ & KSJ] [Resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora