Una vez que ingresaron a la casa de JiMin, decidieron que lo mejor era no comentarles nada a NamJoon y a SeokJin hasta el amanecer, ya que eso podría llegar a romper su cómoda burbuja de amor.
JiMin y Suga se acostaron en la habitación contigua después de cenar, ya que decidieron que era muy tarde para trasladarse hacia la casa de Suga. Sin embargo, el silencio era difícil de encontrar, ya que los ruidos de la habitación de al lado eran inconfundibles. NamJoon y SeokJin estaban en plena efusión de amor, y los sonidos de pasión llenaban el aire.
Tanto Alfa como Omega se voltearon a ver, sonriendo nerviosamente ante sus pensamientos compartidos.
—Creo que no podremos dormir esta noche—dijo JiMin, riendo.
Suga asintió en medio de la oscuridad .—Definitivamente no, pero igualmente no tengo sueño.—se recostó sobre el suelo, entrelazando sus manos detrás de su cabeza para poder estar más cómodo.
—Tenemos que dormir, más tú qué acompañas a NamJoon Hyung por el permiso.
—Agh, es verdad…—se quejó, para después darse la vuelta—Entonces hasta mañana, bonito.
—¡Ey! ¿A quien acabas de llamar bonito?—reaccionó JiMin, sentándose sobre la cama de inmediato, para reclamarle al Alfa.
—Ja, ja, yo no dije nada…—mintió el Alfa, mostrándose divertido con la actitud del pelirrojo.
El Omega se rindió en cuanto vio que el Alfa no se daba la vuelta. Entonces se recostó nuevamente sobre la cama, para intentar dormir, al igual que Suga…
Y así lo hicieron, pero era difícil no imaginar lo que estaba sucediendo en la habitación contigua.
—Comienzo a arrepentirme de no haber ido a tu casa…—admitió el Omega, cubriendo sus oídos con su almohada.
Suga río a carcajadas, pues JiMin tenía toda la razón.
—Creo que ambos sabíamos que un terremoto grado nueve se avecinaba, ¿No crees?
—Sabía que se avecinaba un terremoto, más no un grado nueve…—volvió a cubrir sus oídos con su almohada cuando los sonidos se intensificaron, provocando otra carcajada de el Alfa, quien ya había volteado y ahora se divertía con las reacciones que hacía el Omega por intentar dormirse.
—Ey, hasta acá me huele a envidia…
—No es envidia…—gruñó el Omega, a la par que inflaba sus mejillas. Tal vez, sólo un poco…
—Ajá…—continuó el Alfa, queriendo molestar al Omega.
—Guarda silencio o te enviaré a dormir en la sala.
—Bien, bien…—dijo, temiendo ir a parar a la sala, sin embargo, ver a JiMin molesto era su nueva adicción. Le causaba gracia, pues no daba miedo en absoluto, sino mucha ternura… Así que lo molestó por última vez—Envidioso…—rió en silencio, creyendo que su comentario no una a tener consecuencias.
Cuánto se equivocó.
El Omega tomó la almohada del Alfa y su cobija, para después abrir la puerta de la habitación y llevarse todo a la sala.
—JiMin, lo siento…—le rogó el Alfa, quien lo había seguido hasta la sala, pidiéndole perdón.
—Esos dos no me dejan dormir y tú tampoco, y me pongo de muy mal humor cuando no puedo dormir…—gruñó el Omega, irritado.—Así que dormirás aquí.
Se dio la vuelta, para después subir por las escaleras y volver a la habitación. Dejando un Suga solito en la sala. Con una valiosa lección, no volver a hacer enojar al Omega…
Una vez que se resignó a dormir en la sala, tiró su almohada y cobija al suelo con pesadez, para segundos después acostarse sobre su almohada e intentar dormir. Al menos a el piso de abajo no llegaban los sonidos de NamJoon y SeokJin.
Cuando estaba comenzando a caer en el tan deseado sueño, un ruido lo despertó. JiMin habia lanzado su almohada a lado derecho de la de él.
—Al menos aquí no se escuchan…—suspiró el Omega con alivio, para después acostarse sobre su almohada y darle la espalda al Alfa que lo había hecho molestar.
—JiMin…
—No molestes Min…—le advirtió, causando una pequeña sonrisa en Suga.
Definitivamente JiMin era el Omega de sus sueños, y podía confirmarlo todas esas veces en las que se mostraba a la defensiva y atacaba tanto a Omegas como Alfas por igual…
—¿Puedo hablar contigo un momento?—preguntó mientras sentía los nervios invadirle.
Sabía que ese era el momento indicado y no se atrevería a arruinarlo…
—Bien, pero que sea rápido…—se dio la vuelta, dispuesto a prestarle atención al Alfa.
Suga tomó una profunda respiración antes de confesar aquello que ambos sabían, pero que era necesario recordar…—Me gustas, JiMin. Mucho. Y no solo como amigo.
JiMin se sorprendió por aquella confesión , pues no sé lo esperaba.—S-suga, no sé qué decir.—confesó apenado.
Suga sonrió nerviosamente, para después responder.—No necesitas decir nada. Solo quería ser honesto contigo. Me gustas desde el primer instante en qué te vi…
—Suga, yo... No te voy a mentir, mi lobo dice que tú eres mi Alfa… pero aún necesito más tiempo, no sé si estoy listo para una relación.
—Lo entiendo y tampoco te quiero presionar, solamente quiero que sepas que estoy aquí para ti, y no te lastimaré, sino al contrario, te protegeré con mi vida si es necesario…
JiMin miró a Suga, notando la sinceridad reflejada en sus ojos. Sin embargo, el miedo a ser lastimado de nuevo era demasiado fuerte, más que sus ganas de ser amado por el Alfa frente a él.
Suga sonrió débilmente, para después darse la vuelta…—Voy a dormir un rato. Buenas noches, JiMin.
JiMin se quedó en silencio por unos segundos, sintiéndose confundido y culpable. Debatiendose si había tomado la decisión correcta al rechazar a Suga…
Pero el no quería alejar a Suga…
Sólo sentía que era muy pronto para iniciar una relación… Es por eso que rápidamente tocó su hombro, causando que Suga se diera la vuelta con curiosidad.
—¿Sucede algo?—preguntó Suga, intentando controlar aquel sentimiento de tristeza que se había instalado en su pecho por unos segundos.
—Abrazáme…—pidió el Omega, tomando por sorpresa a JiMin, sin embargo asintió de inmediato y acató su orden.
Mientras estaban abrazados, Jimin se sintió seguro y protegido. Era la primera vez que se permitía estar tan cerca de alguien desde su último desamor. Suga, por su parte, se sentía feliz de poder ofrecerle ese espacio seguro a Jimin.
Sus lobos se encontraban felices y de alguna manera se sentían complementados.
Después de un rato, Jimin se separó de Suga y lo miró a los ojos.—Gracias por entenderme— dijo el Omega, sintiéndose en confianza con Suga.
Suga sonrió, para después responderle—. Siempre estaré aquí para ti, Jimin. Como amigo o como... lo que tú quieras.
Y así, se quedaron dormidos, acurrucados el uno en el otro, sintiendo la calidez y la seguridad de su amor. La última imagen era la de sus cuerpos entrelazados, sus rostros tranquilos y sonrientes, rodeados de la oscuridad de la noche.
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♡ YOU SAVED ME ♡ [KNJ & KSJ] [Resubiendo]
Hayran KurguSeokJin era un Omega hermoso, con padres millonarios y un Alfa de buen estatus. ¿Cuál era el problema? SeokJin odia a los Alfas. Pues su vida comenzó a ser un infierno desde el día en que lo comprometieron con ese Alfa. No es hasta que conoce a...