Prólogo

1.1K 75 6
                                    

-Louis, tenemos que hablar.

Louis Tomlinson bebió un buen trago de su soda y dejo caer la pajilla de sus labios. Su corazón se dejo caer con él. Cerro los ojos firmemente.

¿Qué estaban haciendo sus padres de vuelta de la base tan temprano?

-Este es mi primer refresco del día, lo prometo –dijo, girando en la silla La Z-Boy giratoria de cuero de su padre para enfrentarse a ellos. Sin embargo, en el momento en que los vio supo que no iban a hablar sobre su consumo de azúcar del día. Esto era mucho más grave.

Los padres de Louis estaban de pie delante de él en el salón para nada original de asuntos gubernamentales en casa, ambos llevando sonrisas falsas de emoción. También estaban vistiendo sus uniformes de gala: su madre en una falda prensada y chaqueta verde militar con medias oscuras, a pesar de que estaban a unos cuarenta grados a la sombre de Texas, y su padre con el cuello abotonado con tanta fuerza que su cuello se estaba poniendo rojo.

-Oh Dios- dijo Louis.

Coloco su vaso de soda empapado sobre la montaña de bebidas a su lado y se preparo. Había sido un mocoso criado en el ejército toda su vida, así que no fue difícil para él entender lo que estaba por venir. Solo esperaba que no fuera cierto.

-Es hora de empacar tu equipo, Pateador –anuncio su padre, forzando una sonrisa bulliciosa- ¡Nos vamos a mudar a Corea del Sur!

Así es. Allí estaba. Louis entro en caída libre. Sus órganos internos se revolvieron sin pero y comenzaron a flotar por el interior de la cavidad de su cuerpo. Se aferro a los brazos de la silla con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos, solo para no vomitar.

-¿Qué? –soltó. Su voz sonaba distante.

-Ha pasado un tiempo desde que fuimos trasladados, ¿Cierto? –dijo su padre muy casualmente-. Esto debería ser emocionante.

¿Emocionante? ¿Había estado probando las mascaras de gas por toda la base hoy? ¿Cómo puede alguien pensar que él estaría entusiasmado con esto?

Louis se había estado mudando durante toda su vida. Él había nacido en Doncaster, Inglaterra, en una de las mayores bases militares estadounidenses en Europa. Cuando tenía 5 años, justo en el momento en que había hecho su primer amigo, su familia había sido trasladada a Turquía. Después de unos años allí jugando al futbol con los chicos y aprendiendo turqués de su mejor amiga, Medha, otra transferencia había surgido, enviando a Louis al país que siempre había pensado como su hogar por primera vez en su vida. A lo largo de toda la escuela media Louis se había mudado, desde el Fuerte Carson en Colorado al Fuerte Bragg en Carolina del Norte al Fuerte Leavenworth en Kansas. Él no había estado en ninguno de esos lugares durante el tiempo suficiente para hacer amigos de verdad.

Pero aquí, en Fuerte Hood, Louis finalmente había encontrado un hogar. Había pasado por tres grados completos aquí. Estaba en un equipo campeón estatal de futbol.

Acababa de recibir su permiso de aprendiz.

Tenía una verdadera mejor amiga, Tracy Dale-Franklin. Y este año, en el primer día de escuela, iba a hablar con Ben Palmer. Finalmente, por fin iba hablar con él.

-¿Louis? ¿No vas a decir nada? –pregunto su madre.

Si, voy a decir algo, pensó Louis, poniéndose de pie. Le dio la espalda a sus padres y se quedo mirando por la ventana, abrazándose y agarrándose de los lados de su camiseta en puños. Esto estaba mal. Louis siempre había sido el hijo perfecto. Él nunca les respondía mal. Nunca dejaba saber a sus padres si estaba deprimido o enojado, o que pensaba que una de sus muchas, muchas reglas no era justa. Nunca los había desobedecido ni una vez en su vida. ¿No se dan cuenta sus padres lo bien que lo han tenido?

Louis' Guide to the Styles Boys [larry/lilo au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora