Shokugeki Boyfriend

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Kυяσкιвα Rуσ ιs тʏᴘᴇ oғ ʙoʏғʀιᴇɴᴅ...

➥ Que te conoció gracias a los caprichos de Alice.

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—¡Ai Chan! —la puerta de tu habitación fue abierta de golpe, dejando ver a una Alice haciendo un puchero, ligeramente molesta— ¡Dijiste que te comportarías en la cita!

—¡Pero no hice nada! —te defendiste ante las acusaciones de tu hermana.

—Le ignoraste en toda la cita y cuando te dignaste a hablarle fuiste grosera —gruñiste, era cierto pero todo tenía una razón.

—Ya te dije que no me interesan esas citas, Alice —murmuraste mientras acariciabas tu largo cabello blanco, luego de volviera a Japón, la albina te había conseguido un sin fin de citas debido a que, como hermana menor por 5 minutos, quería ver feliz a su hermana mayor con algún chico.

—Mou... —volvió a hacer un puchero, pero se le ocurrió mover su última carta para conseguirte un novio— Entonces déjame presentarte a alguien más, si no funciona, prometo no conseguirte ninguna otra cita.

Suspiraste derrotada, a lo que Alice sonrió y salió de tu habitación a toda prisa, y al cabo de unos segundos, volvió sujetando el brazo de un chico azabache, más alto que ella y con cara aburrida.

—¡El es Ryo Kun! Es mi asistente, no te lo presente antes porque estaba ocupado aprendiendose los lugares de Japón. ¡Vamos, presentate! —la viste hablarle animadamente al chico, pero este seguía con su misma expresión de aburrimiento.

¿Como había caído en las manos de tu gemela?

—Hola, soy Kurokiba Ryo —habló sin interés

—Nakiri Ai —te presentaste de igual manera y el silencio reino la habitación debido a que ninguno tenía de que hablar.

—Los dos son muy aburridos —otro berrinche de Alice se hizo presente— ¡Ryo Kun, tienes que ser amable con mi hermana!

Gritó para luego salir corriendo y cerrando la puerta con llave.

—¡Y no saldrán hasta que se lleven bien! —fue lo último con gritó, suspiraste, debías dejar de aguantar sus caprichos.

—Ya que estaremos aquí hasta que se le pase su capricho, ¿Quieres hablar de algo? —fue lo primero que se te ocurrió y el azabache te miro curioso.

—La señorita me contó todo sobre usted, es muy distinta a ella —te sonrojaste, no sabías si tomar eso como un halago o un insulto— Usted es mucho más tranquila que ella.

—Bueno, quizás un poco, Alice tiene un alma más libre pero eso le hace aún más linda —sonreiste, tu hermana era lo más adorable a tus ojos.

—Usted también es linda —fue un suave susurro, pero lograste oírlo perfectamente, quizás sea por la tranquila personalidad del chico, pero hacía que tú corazón se sintiera extraño.

Al final terminaron hablando de distintas cosas, ya que el chico te conocía gracias a Alice, comenzaste a preguntarle cosas sobre él y terminaron llevándose mejor de lo que esperaban.

—¿Me dejarías acompañarte? Me gustaría aprender el como eliges los mejores peces, a cambio podría enseñarte Japón.

—Suena bien —te acostumbraste a sus cortas respuestas demasiado rápido, apenas se dieron cuenta cuando la puerta fue abierta por Alice, quien los miraba con una sonrisa de victoria.

—¡Ahora debo asegurarme de que se enamoren! —pensó mientras ya se imaginaba un sin fin de escenarios para que ambos terminarán por ser pareja.