capt 8

713 14 1
                                    


Mierda, mierda, mierda y más mierda, digo, ¿por qué rayos estoy maldiciendo? Que le importa a él con quien me acuesto, eso no es asunto suyo, el y yo ya no tenemos nada.

- ¿Debería importarte si tengo o no tengo?

- ¿Es decir que tengo razón? - Ósea que él no sabe nada, seguro está tratando de sacarme información.

- ¿Qué te ha hecho pensar que tengo Amo?

- Pues me ha ignorado por todo un mes.

- ¿Y eso que tienen que ver? Puede ser que simplemente me canse de ti y tu insensibilidad.

- Oye se que no fue la mejor manera de hacerlo, lo siento, por eso quiero que hablemos en persona.

- Cosa que no va a pasar, adiós.

- Una última cosa.

- Ya que.

- ¿Está usted con Max, cierto?

- Eso no es de tu incumbencia.

- Eso responde mi pregunta.

Suelto el celular, me alisto, bajo y salgo de la casa con mi madre a mi rutina. Pasan más los días y Max concurría mas en la casa...claro sin mi madre presente, a veces salíamos a algún lugar como el parque, la playa, el cine. Me ha propuesto varias veces que acceda a ser su sumisa, pero no me siento cómoda de esa forma con Max, pero eso no nos impide utilizar algunos juguetes.

Es martes, estoy de regreso de la universidad porque en mi tercera clase mi profesora reporto que estaba enferma, podré dormir y ver series, aunque sinceramente creo que solo haré lo segundo. Cuando estoy en la puerta de mi casa escucho mucho ruido dentro, como jadeos, quizás mi madre por fin se digno a hacer ejercicio después de que dijo tantas veces que lo haría, cuando entro me encuentro con semejante escena, mi madre tenía su rostro hundido entre las piernas de una mujer que se notaba que si no se estaba viniendo pues le faltaba poco. Yo cubro mi rostro inmediatamente y subí como pude, escucho unos pasos acelerados detrás mío.

- Isa mira te lo puedo explicar, por favor escúchame- decía mi madre mientras subía las escaleras- yo acelere el paso hasta llegar a mi habitación, ella entro detrás de mí- Isabel dime algo por favor.

- Aammm bueno, primero que nada, no me molesta que estés con una mujer, pero... TIENES UNA HABITACION MAMI POR DIOS ME VAS A TRAUMAR!!!- no por la escena sino porque sea mi madre maldita sea, no se como borrar eso de mi cabeza.

- Lo siento mucho, enserio, ¿solo pasó y ya- miro hacia abajo arreglándose más la toalla- entonces... no te molesta que este con una chica? - ay si esta mujer supiera que no solo no me molesta.

- Madre... soy bisexual, no me molesta para nada con quien estés, ya estoy grande y tienes derecho de hacer tu vida, pero claro en caso de que un hombre ya a vivir aquí si tendría que ser de mi confianza porque podría ser peligroso y tu cuando te enamoras eres media ciega la verdad- su cara parecía un meme por como tenía los ojos abiertos de la sorpresa, pero luego su rostro se calmó y asintió.

- Le diré a Elena que se cambie para que bajes a conocerla- dijo sonriendo cuando menciono su nombre.

- Aah con que se llama Elena- subí y bajé las cejas repetidas veces mientras que mi codo izquierdo se posaba en sus costillas, mi madre se puso roja y bajó rápidamente por las escaleras. Luego de un rato me dijo que bajara y eso hice. Al bajar me encuentro con una mujer de pelo castaño oscuro lacio hasta los hombros, ojos color café claro, tez algo bronceada, labios marcados, un poco más baja de estatura que mi madre (mi madre es alta), llevaba puesta una franela negra, una camisa de cuadros negros y naranja, unos jeans y unas botas bajitas negras, bueno tiene estilo para vestirse.

Mi Amo y Yo 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora