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CAPÍTULO 4 | encuentros

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CAPÍTULO 4 | encuentros

—Después vamos a terminar esta conversación.

Margarita se mordió el interior de la mejilla izquierda cuando escuchó aquella frase. Santiago soltó su brazo lentamente devolviéndole el espacio personal y se alejó para caminar hacia la puerta de la cocina. Al pasar por al lado de Christopher, ambos hombres cruzaron miradas hasta que el menor de ellos desapareció finalmente del lugar.

Christopher lo observó por encima de sus hombros hasta que se aseguró de que finalmente había salido de la cocina. Volvió a mirar al frente y caminó hacia la chica, deteniéndose frente a ella y observándola delicadamente.

— ¿Está bien? —Preguntó.

Margarita asintió. Sí, estaba bien porque él había entrado en el momento justo a interrumpir. Físicamente se encontraba perfecta, emocionalmente estaba consternada. La chica no levantó la vista para devolverle la mirada, en vez de eso se dedicó a observar sus zapatillas fingiendo interés. Por un momento se sintió expuesta ante un desconocido y no quiso mostrarse vulnerable.

Christopher se mordió el labio inferior lentamente sin saber qué decir. Una parte en su cabeza le gritaba que volviera a la sala y le contara a Máximo lo que había visto, sin embargo, otra parte le decía que ese no era su asunto y que la chica lograría resolverlo sin que él tuviera que entrometerse.

La vista del hombre se dirigió hacia el brazo de Margarita. Ella estaba usando una remera roja de manga corta que le permitía observar claramente cuán colorada había quedado la zona donde el idiota del ex de Marga había apretado. Christopher no pudo evitar extender la mano y tomar el brazo de la chica para mirar con detenimiento la zona. Margarita levantó la vista del suelo al sentir el tacto del príncipe y dirigió sus ojos hacia donde él miraba, se encontró con una marca roja lo suficientemente grande como para que se notara si la miraban con detenimiento.

—Margaret...

—Te pido por favor que no le digas nada a mi papá. —Margarita lo miró con ojos suplicantes—. Yo tengo todo controlado.

—Sí, se nota...

Christopher acarició la zona con su dedo pulgar y segundos después soltó el brazo. Se llevó las manos al bolcillo del pantalón y miró a la chica con una ceja levantada. Margarita le devolvió la mirada en silencio sin saber qué decir, probablemente él quería algún tipo de explicación sobre lo que había visto. Sin embargo, ella consideraba que no la necesitaba. Al fin y al cabo no era nada de ella como para tener que darle informes sobre su vida privada.

—Podés volver a la sala, estoy bien.

—Puede quedarse tranquila que no le voy a decir a su padre... —Christopher vio como Margarita suspiraba aliviada así que se apresuró en agregar—. Pero si vuelvo a presenciar algo así, no va a correr con la misma suerte, ¿quedó claro?

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2020 ⏰

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Margarita la CondoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora