¿El fin?

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Los días pasaron volando y pronto estaban en su graduación. Hubo felicidad, así como lágrimas, pero ante todo orgullo por cumplir esa etapa de sus vidas. Los exámenes para la universidad ya se habían realizado, solo quedaba celebrar por acabar la escuela. 

Se sacaron muchas fotos estando completa su mafia de tercer año, todos sus padres querían tener un cuadro de todos los amigos en su último día como estudiantes de Shiratorizawa. Después les dieron una pausa para que todos charlaran en la cual Tendou notó que el padre de Wakatoshi lo llamaba con la mano. Tragando saliva, se acercó a él pensando que no era peor que un enemigo de manga. 

— ¿Me llamaba? — Por dentro estaba cagado de miedo aunque trataba de actuar normal. ¡Quería a su mamá! 

— Sí, es un placer Tendou-kun. — Le extendió su mano, él le tendió la suya sintiendo que apretaba con un poco de fuerza. Como no podía ser menos que nadie también apretó con fuerza; incluso frunció un poco el ceño un poquito. Al final acabaron el saludo mirándose fijamente. 

Ahora entendía por qué Wakatoshi fue cuidadoso de acercarlo a su padre. "Dame fuerza Pegaso" pensó. 

— Ah, yo también... es un gusto conocerlo. — Tuvo que amarrarse la lengua para no decir algo irrespetuoso. ¡Aunque tenía muchas ganas de hacerlo! Era un chico con mecha corta de paciencia. — Me imagino que está feliz por su hijo. — No supo qué era peor, si insultarlo o decir aquella frase de anciana. 

— No esperaba menos de él. — Respondió el adulto añadiendo una sonrisa. Oh no... seguro ahora venía la pregunta asesina... — ¿Qué hay de ti Tendou-kun? 

Por la mierda. 

— Yo... me tomaré un año para pensarlo mejor. — Tras hablar con sus padres acordaron eso. Le frustraba un poco, pero sabía que era para mejor. 
Entrar a algo solo por compromiso podía hacerle peor que pensar las cosas con calma. En su casa... en medio de la nada... sin Wakatoshi ni ninguno de sus amigos. 

— Cuesta pensar en la carrera universitaria, es bueno que lo pienses. — Respondió el padre de Ushijima. Pensó que le lanzaría una genkidama de furia. 

— ¿Eh? Ah sí, ayudaré con las cosas del campo en lo que me preparo. — De hecho, su padre era el más feliz de que se quedara un año en la casa. 

— Me agrada tener un yerno trabajador. — Le sonrió. Dejando al pelirrojo confundido ¿no iba a matarlo? — Bueno, ya ser del equipo titular lo demuestra. 

— Ah, no diga eso. No es mucho. — Avergonzado y con las mejillas rojas trató de bajarle el perfil a la situación. Buscó en la multitud a alguien que pudiera sacarlo de esa situación encontrando a Semi a algunos metros. Rogó pidiendo auxilio con los ojos. 
Por suerte captó la señal, acudiendo a su rescate con el arma secreta, el chico más adorado por los padres: Reon. Así él se quedaba hablando con su "suegro" y podía huir lejos al otro extremo de la habitación.

— No puedo creer que seas tan cobarde. — Dijo Semi juzgándolo. 

— ¡Es fácil decirlo desde afuera SemiSemi! ¡Casi me revienta la mano! 

— No seas un exagerado. 

— ¡Ve a tomarle la mano entonces! 

— No es mi suegro. — Soltó una risita. 

— ¡Ah idiota! ¡No lo digas en voz alta! — Entró en pánico de que alguien lo escuchara. No tenían por qué enterarse los padres de toda la escuela. Aunque el problema no era por los demás adultos del evento, sino por la madre de Wakatoshi y su propio padre que aun no sabían. 

El chico milagro y el monstruo (Ushijima x Tendou) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora