"Atrapado en estas líneas de batalla. Todo ha cambiado y nada se siente bien"
Hoseok x BTS | Bottom! Hobi; Top! BTS |Bangtan AU
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VI
Salí del baño y cogí mi bolso blanco donde se encontraba el libro. Eché un vistazo a mi habitación, rogando que ninguno de los chicos me detuviera y me prohibiera salir, apagué el reproductor y salí de allí con paso firme y sonoro.
Después de llegar del ensayo, todos mis compañeros entraban a sus dormitorios, a asearse, dormir o hacer otra actividad. Yo cuando llegué, corrí lo más rápido que pude hacia mi habitación, debía bañarme y cambiarme para ir hacia el centro de la ciudad, tenía que conversar cuanto antes con el anciano encargado de esa tienda de conveniencia y preguntarle sobre el libro.
Felizmente Jimin se había encerrado a jugar videojuegos con Jungkook y Taehyung, así que podía irme sin ser interrogado por mi menor.
Terminé de bajar las escaleras y eché un vistazo hacia atrás. Agradecí que ninguno de los chicos interrumpiera mi paso, suspiré colocándome una boina y terminé de arreglar me el barbijo.
—¿A dónde vas? —
Jungkook, el menor del grupo sonrió, se encontraba en la cocina con un vaso de leche en la mano. Era alto y delgado, y sus ojos negros resaltaban impetuosamente como dos galaxias que atravesaban los sentidos. Me sonrió y se acercó hacia mí, dejando el vaso en el minibar.
Mi mirada se congeló en cuanto lo descubrí observándome de arriba abajo con aquella mirada tan... perversa.
—Estas muy lindo, Hoseok — dijo.
—Hyung. — corregí rápidamente. —Soy tu hyung y merezco respeto, Jeon.
—¿Respeto? Aun cuando estuve entre tus piernas, mi pequeño provocador —sonrió mi menor, con un tono falso.
—Estaba ebrio —susurré — no recuerdo nada de lo que pasó.
Se recostó sobre el asiento y cruzó los dedos sin dejar de observarme. Quería largarme cuanto antes de aquí, sabía que Jungkook me odiaba por alguna razón aparente, era guapo, pero tenía una belleza desconcertante, de aquellas que no muestran quién eres en realidad. No era sincero y ambos lo sabíamos.
—Llega temprano, hyung— habló luego de unos segundos. — Y cuidado con lo que haces. No me gustaría decirle a mis hyungs que tan... —Frunció el ceño buscando el mejor adjetivo—: ardiente eres en la cama.
Salí del departamento con el rostro enrojecido de la vergüenza y el enojo, bajé el ascensor, tratando de recordar lo que había pasado esa noche, y toda la intención de recordar se venía abajo, porque no encontraba nada.
El comportamiento de mi menor era lo que mas me inquietaba, solo bastó una noche para que, al día siguiente, Jungkook comenzara a herirme y decir que era la persona más malvada de la tierra. ¿Estaba paranoico o había algo recóndito tras ese comportamiento? Seguro fue porque yo le había robado su primera vez... Pero su mirada tenía un matiz extraño, como si de alguna manera se odiara por actuar así.
—¡Hoseok! — un encargado de movilidad me llamó.
Observé la camioneta negra en la cual siempre nos trasladábamos hacia la empresa, en el interior se encontraba el señor Choi, sonreí, pensando en que si me llevaba hasta al centro de la ciudad podría platicarle y olvidar el amargo encuentro con Jungkook.
Subí en el lado del copiloto mientras me colocaba el cinturón de seguridad. —Hasta el Centro de la ciudad.
El sonido del motor me envolvió ligeramente, y la brisa que se deslizaba entre mi cabello fue suficiente para perderme en la euforia que me embargaba, quería encontrar respuestas y sabía que las hallaría.
