The Crusade of the Demon: Ignition

Capítulo 2: El Comienzo

Todo comenzó hace dos años en "DragFly City" una de las ciudades más grandes de "Magten" en la que en su población son los magos y alquimistas. Al mismo tiempo una de las tantas localizaciones con gran rencor hacia aquellos semejantes a los "Demonios", demostrando desprecio a quienes son diferentes a los principales habitantes debido a sucesos del pasado. Fue una vida difícil durante ese tiempo, tenía que ocultar mis verdaderas raíces para evitar problemas en una ciudad así, pero un día en el instituto eso cambió tras ver como molestaban y herían a una chica al descubrir que era una Semi-Demonio. En ese instante solo me guie por mis impulsos y corrí a ayudarla sin importar lo que sucediera...

+ ????: Oye ¿Qué haces defendiendo a esa amenaza?

+ ????: Será mejor que te apartes de nuestro camino, no debes entrometerte en donde no te llaman.

+ Zik: Esto es obvio que me incumbe, no puedo soportar ver como tratan a aquellos que son diferentes a ustedes.... ¡¡Ya estoy cansado de esto!!

Luego de esas palabras termine golpeando a ambos con esferas de fuego, no había logrado controlar mis emociones y acabe por demostrar lo que era en realidad, todos a mi alrededor solo se quedaron observándome con miedo u odio... Estaba paralizado en ese instante por sus miradas juzgando y aborreciendo mi presencia. De pronto aquella chica me tomó del brazo mientras que me agradecía por haberla ayudado, tras ese incidente pocos estudiantes se acercaban a mí, pero un día algo fue diferente. Ethan Jeager un amigo de la infancia que se cambió a mi instituto, junto el ingreso un nuevo estudiante cuyo nombre era Gabe Storm un muchacho con una habilidad un tanto particular. Desde ese día ambos fueron los únicos amigos que tuve durante esos años en el instituto. Ya ha pasado un largo tiempo desde entonces y ahora está por comenzar nuestro último año escolar antes de graduarnos, me encontraba llegando al instituto, pero para mi sorpresa ambos estaban esperándome en las puertas del mismo aquel día.

+ Ethan: Oye Zik ¿No estás emocionado?

+ Gabe: Si, en solo 9 meses ya no tendremos que preocuparnos por el secundario.

+ Zik: Saben que me da igual, desde que tuve ese problema hace dos años.

+ Ethan: Es cierto, me estaba olvidando que lo mencionaste cuando me transfirieron.

+ Gabe: Será mejor que suprimas ese recuerdo, este es un nuevo año, pero deberías de olvidarte de eso ya.

+ Ethan: Gabe tiene razón, aquí estamos nosotros para ti y aquella chica de 4.º año, además el instituto cambio.

+ Gabe: Eso es verdad, ahora se supone que habrá más estudiantes como tú y yo.

+ Zik: Está bien, a veces se vuelven molestos solo para animarme.

+ Ethan y Gabe: ¡Porque eso hacen los amigos!

Nos mantuvimos esperando en las puertas del instituto hasta que sonara la campana, pero un profesor utilizó los megáfonos para reunir a los estudiantes en el patio, pasaron unos minutos hasta que el director apareció ante todos. Comenzó a decirnos que a partir de este año la escuela será más abierta con respecto a los jóvenes InHumanos y los Semi-Demonios, junto a esto mencionó que habrá representantes por cada clase de estudiantes en caso de que surjan problemas. Tras esas palabras el director dijo que los representantes serian elegidos en 2 meses hasta que los nuevos estudiantes se adapten. Con lo que nos había informado solo podía pensar en las posibilidades que podrían aparecer con respecto a conocer más estudiantes similares a Gabe y a mí. Como una última noticia anuncio que se encontraba una persona muy importante en el instituto la cual daría un discurso a todos los presentes, muchos se sorprendieron al ver de quien se trataba. Ya que era nadie más que Elizabeth Moon una gran hechicera muy reconocida gracias a OshiroMoon un veterano de renombre que lucho en la guerra de hace 27 años, todo el mundo los conoce así, pero en mi caso se trataba de mi madre y abuelo. Ambos son personas muy importantes, cuando ella tomó el micrófono pidió con gentileza silencio en el lugar para comenzar su discurso.

+ Elizabeth: Este es un gran día para muchos, algunos se graduarán a finales de año, otros será el inicio de una nueva etapa y el resto aún tienen un camino que recorrer, pero lo más considerable aquí es que todos somos iguales, sin importar sus orígenes. Por eso espero que este instituto haya cambiado para bien y sin mencionar que deberán esforzarse al máximo y así convertirse en alguien.

Todos estaban aplaudiendo aun cuando ella ya se había marchado, el director procedió a anunciar que las clases comenzaron y pidió a los estudiantes que se dirijan a sus salones. Ethan, Gabe y yo éramos las últimas personas que estaban por ingresar a sus clases, pero mi madre me detuvo para hablar con ella por unos minutos, ya que no había nadie alrededor.

+ Elizabeth: Suerte mi pequeñín, esfuérzate mucho y no causes problemas esta vez.

+ Zik: Lo sé, ya debes dejar de preocuparte en que me meta en líos.

+ Elizabeth: De acuerdo, pero el simple hecho de que este sea tu último año me llena de felicidad.

+ Zik: Ya deja de decir tonterías... bueno ya es momento de que ingrese a mi salón, te veré en casa.

Antes de marcharse me abrazó con fuerza, cuando entre al curso tuve la mala suerte de que el profesor ya estaba de pie en frente de toda la clase. Él se volteó al verme entrar tarde algo molesto me pido que tome asiento, ya que antes de que lo interrumpiera estaba por presentar a una nueva estudiante.

+ Profesor: Muy bien jovencita, ya que tenemos la atención del resto puedes proceder a presentarte con tus compañeros.

+ Ángela: Hola a todos, mi nombre es Ángela Jones, espero que podamos conocernos mejor y llevarnos muy bien.

+ Profesor: Eso fue rápido, bueno puedes tomar asiento donde gustes.

Una joven de cabello castaño y ojos café, a mis amigos y a mí nos pareció extraño que alguien haya ingresado en esta etapa del instituto. Se sentó en uno de los pupitres que estaban libres cerca de nosotros y permaneció callada por toda la clase, cuando llegó la hora del receso Ethan y Gabe se marcharon a comprar una botana, pero de la nada ella se acercó a mí...