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Poco a poco sentí como mis sentidos volvían a mi, sentía mi mente y cuerpo con un poco más de descanso, tenía mucha pereza y tampoco quería despertarme aun, las sabanas me envolvían como un capullo de oruga, abrazándome en su interior, resguardan-dome del frío, eran suaves y calentitas, perfectas para seguir durmiendo.

No me acordaba de que había soñado, pero me había dejado una sensación muy satisfactoria en mi pecho.

Me removí un poco para acomodarme y seguir el plan de volverme a dormir.

Y lo habría logrado de no ser por un factor externo que mi adormilada mente no pudo prevenir.

- Komaeda.... ya es hora de levantarse- Dijo el castaño con el tono más dulce que pudo.

-No - Le respondí cansado, no quería dejar mi pequeño y agradable escondite.

-Komaeda....- Volvió a intentar mientras movía suavemente mi hombro por encima las sabanas.

-Ño! - Dije haciendo un puchero, escondiéndome más en la cama, haciéndome volita para que no me molestara más. Sabía que no se iba a rendir, por eso mismo lo amo tanto.

-Nagito...- Pude sentir como se había subido a la cama, estaba a mi lado y seguía dando pequeños toques a mi espalda con el objetivo de que saliera de donde estaba.

-Mm! - Respondí con un sonido de queja, no quería levantarme.

Pude oír como soltaba un suspiro, para continuación empezar a destapar mi cabeza lentamente. Despojándome de mi escudo contra la luz de la habitación.

En respuesta, me aferre más fuerte a las sabanas y cerré con más fuerza los ojos, ne me iba a rendir tan rápido.

-Nagito... por favor no complique las cosas...- Dijo intentando quitarme las sabanas, fallando en su misión pues no cedí mi agarre - Nagito...- dijo con un tono de voz cansado. 

Su siguiente movimiento fue un ataque sucio, me medio abrazo por encima de las sabanas y me dio un beso en lo poco de cabeza que no pude cubrir. Me queje levemente, pude sentir mis mejillas calentarse y no pude evitar soltar levemente mi agarre.

El moreno aprovecho mi momento de debilidad para quitarme las sabanas, quedando semi-descubierto. Mis parpados dolieron un poco por la luz cuando abrí mis ojos para mirarle de manera recriminadora.

-No me mires así, tienes que despertarte- Dijo con una leve risa- Te preparado el desayuno y todo- continuo, intentando convencerme, pero yo ya había decidido que quería, y iba a hacer lo que sea para tener mis cinco minutos más en sueño.

Sin que se lo viera venir,  tire de uno de los brazo que tenia a cada lado mio, haciéndolo caer a mi lado.

-¿Nagito que haces?- Pregunto extrañado, pero antes de que pudiera levantarse, le cubrí con las sabanas mientras lo abrazaba, recostándome encima suyo para que no se moviera mientras volvía a cerrar los ojos.

-Cinco minutos más....- Le respondí, sabiendo que no se podría resistir.

Soltó un suspiro antes de acomodarse y devolverme el abrazo.

-Solo por hoy - Dijo cerrando sus ojos- Solo por hoy te lo dejo pasar-

Sonreí, cómodo por la posición en la que estábamos, sabía que esos cinco minutos se alargarían, pero eso no me importaba, solo quería dormir un poco más y ahora que tenia a mi novio junto a mi sabía perfectamente que disfrutaría perfectamente de esta pequeña siesta.


Entre las sábanas [One-shot hinakoma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora