Los días pasaban y con ellos la enfermedad de mamá se hacía notar cada vez más
Su cuerpo cada vez era más delgado y sus ojeras cada vez más notorias pero la sonrisa en su rostro nunca podía faltar y la energía para jugar con sus nietos jamás se acababa
Cada vez que le preguntábamos como se encontraba nos envolvía en una mirada cálida y nos sonreía sinceramente
"Estoy bien mí amor" respondía y nos envolvía en un fuerte abrazo antes de seguir con lo que estuviera haciendo
Me habría gustado meterme dentro de su mente y saber si lo decía con sinceridad o para no preocuparnos
Por otro lado Mamá Emily mostraba una calma impresionante y una paz que lograba transmitirse
Ambas lo habían aceptado y lo único que hacían eran ser felices el tiempo que les quedaba
Ambas se veían tan radiantes y jóvenes a pesar de toda la situación que cruzaban
No sabíamos que pasaría con nuestra morena cuando mamá muriera pero lo que si sabíamos era que no podía vivir sin su rubia de ojos claros
Todos los días nos contaban historias de su adolescencia como por ejemplo cuando se conocieron o cuando mamá descubrió la enfermedad de mí otra mamá
Las peleas que tenían que ahora solo eran una excusa para reír
Amaba poder escucharlas hablar sobre su relación porque veía el amor que desbordaba en su mirada cuando se veían y recordaban
En mis casi 22 años de vida nunca había visto a alguien que irradiara el amor como ellas
La simplicidad, la sinceridad... Todo era digno de envidiar y me molestaba que no pudieran seguir mostrándolo al mundo
Saben? - hablo mamá mientas comíamos
Cuando nos casamos decidimos que nuestra luna de miel sería un pequeño viaje por el mundo - recordó mí hermosa rubia frente a mí
Elegimos una cantidad de destinos y usamos el resto de nuestras vacaciones para recorrerlos - siguió mamá Emily con una sonrisa que iluminaba la habitación
Teníamos una pequeña lista de cosas por hacer y los viajes eran una de ellas - admitieron riendo
Deberían hacer una - sugirió mamá Hanna
Lo tendremos en mente - reí - pero es difícil - pensé
Por qué? - frunció el ceño
No lo sé, no sabría que poner - admití con una sonrisa
Lo sabrás en su momento - me sonrió comprensiva
Los días siguientes fueron iguales y así pasaron los primeros dos meses
Luego comenzaron las charlas sobre la muerte y la verdad es que aunque no me gustarán agradecía que las tuviéramos
Mamá decía que cuando su mamá murió ella estuvo muy triste durante un tiempo pero la emoción que más resaltó fue el enojo
Estaba enojada porque el mundo le había quitado a una de las personas más importante en su vida, estaba enojada porque su madre, su mejor amiga se había ido y se sentía desolada pero después comprendió que era algo que no podía evitar y que eventualmente iba a pasar en algún momento
Luego comenzó a ir frecuentemente al cementerio a hablar con ella y eso le ayudaba bastante
Es cierto que no recibía respuestas pero lograba desahogarse al estar horas hablando con ella de su día
La soledad, la tristeza y el enojo iban a ser emociones que no se iban a poder evitar pero había que ser positiva
Porque tal cual ellas dijeron siempre van a estar con nosotras en nuestros recuerdos y en nuestros corazones
Tambien nos dijeron que si teníamos un mal día o simplemente estábamos triste o felices les habláramos
Ya sea aquí en casa, en la calle, sentadas en una plaza o en el cementerio porque ellas siempre nos iban a estar cuidando y viéndonos crecer como persona
Nos repetían una y otra vez lo orgullosas y felices que estaban de nosotras
Y el día finalmente llego...