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No recuerdo que es lo que pasó después, mi último recuerdo era la voz llamándome y la cara de Kikyo. Tampoco sabía siquiera si estaba en un sueño o ya había despertado, pero me encontraba tirada en medio de el mismo bosque, en el que Kikyo me dejó inconsciente.
La hierba en la que me encontraba tirada estaba húmeda, al igual que mi ropa y todo mi cuerpo, como si acabará de llover, no tenía zapatos ni calcetas, habían desaparecido, así que mis pies están completamente descubiertos y fríos. Quise levantarme pero no podía, me sentía tan cansada y débil, lo más probable era porque me habían robado las almas.
Me animé a levantarme como pude, temblando, y mis piernas no daban para más así que termine de rodillas nuevamente, quise volver a intentarlo pero termine tropezando. Ya rendida comencé a arrastrarme lentamente, todo me dolía y sentía que en cualquier momento iba a desmayarme, mi respiración era lenta y me costaba hacerlo, no sabia a dónde iba, solo quería escapar.
No se cuánto tiempo paso, pero había parecido una eternidad hasta que llegue a un lugar en el bosque, no tengo idea de como lo hice pero había un arroyo en el cual había amapolas y margaritas a su alrededor. Me acerque a este y lo primero que ví fueron unos peces, los observé un rato hasta que ví como algo se acercaba del agua hasta mi. Sentí como un tentáculo tomaba mi brazo y me arrastraba hacia el arroyo así sin más. Entre al agua y vi a un pulpo negro el cual me arrastraba, quise gritar y al momento de abrir mi boca sentí como el agua la llenaba mis pulmones, estos me ardían como el infierno y sentí que ví mi vida pasar.
Me seguía arrastrando hasta lo más profundo, cuando ví algo que se acercaba a mi, algo veloz. Era Kikyo.
Estaba nadando tan rápido que choco contra mi haciendo que el tentáculo me soltará y me alejo un poco. Después me miró y puso su manos frías en mi rostro, sosteniendo mis mejillas, después procedió a  pronunciar mi nombre e intentaba decirme algo más, pero era inaudible cuando escuche una voz, era la de Kikyo pero a la vez la misma voz de antes de que despertará, me estaba llamando desesperadamente.

— ¡Kagome! ¡Kagome!

Sentí una mano en mi rostro y abrí mis ojos bruscamente, me levanté sentándome y di un gran respiro, me encontraba muy agitada, luego comencé a toser como si de verdad hubiese salido del agua y hubiese durado en esta por mucho tiempo.

— Kagome ¿Te encuentras bien? –Era la voz de Inuyasha la que me estuvo llamando todo este tiempo.
Lo mire con los ojos llorosos y ya sin la tos. Su rostro mostraba extrema preocupación y enojo, me encontraba sobre su regazo y alrededor estaba el mismo bosque, el mismo lugar.
La tos se calmó y ahora solo tenía la respiración agitada.

— Yo... – Estaba a punto de explicarle cuando lágrimas comenzaron a salir de mi rostro – Tenía mucho miedo... – Las lágrimas comenzaban a salir con más abundancia.

En realidad no sabía a qué le tenía miedo ¿A mí sueño? ¿A Kikyo? Probablemente a los dos, no lo sabía con exactitud pero de verdad pensé que iba a morir.

Inuyasha me pegó hacia su cuerpo y me abrazo.

— Kagome... Lo siento, no debí dejarte ir sola... – Su voz sonaba tan preocupada y arrepentida, me dió tanta pena.

— No Inuyasha... – dije aún en lágrimas – Yo... Yo tengo la culpa, debí hacerte caso... Siempre me pasan estas cosas – Me separé del abrazo y lo mire a los ojos – Perdóname a mi Inuyasha

— ¡Pero que estás diciendo! – Frunció el ceño – Kikyo casi te mata... Si algo te hubiera pasado yo...

— Pero no pasó... – Lo interrumpí – Ya... Ya estoy bien – vacilé un poco y desvíe la mirada.

No, no estaba bien, Kikyo casi me mata y de paso tuve un sueño horrible. A veces me preguntó si con esas acciones Inuyasha sigue sintiendo algo por ella, o lo que pensará de estas. Sin embargo, creo que es algo que nunca terminaré de comprender del todo, su relación, a Kikyo, a Inuyasha.

Intrusa - Kagome × KikyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora