𝐨𝐧𝐥𝐢𝐧𝐞 || ᶜʰᵃⁿᵇᵃᵉᵏ

*109*

Heather
Conan Gray
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🥀Ojos brillosos frente a la pantalla, millones de palabras escritas se reflejaban diminutas en sus pupilas, aquel niño de doce años frente al ordenador que poseía en su casa, una ventana abierta en la laptop, colores rosas pastel en diferentes tonalidades, la figura de una barbie en su logo, el pequeño indagó en el escrito, leyó con sumo detenimiento "Guía para poder ser popular y normal", bastante fácil y acorde a las exigencias que le habían pedido; ser como Kris hyung, lamentablemente uno de sus mejores amigos como lo era Wu Yifan había tenido que devolverse a su país natal por una oferta de mejor trabajo para él y su familia, claramente era difícil entender las razones del Señor Wu para un Baekhyun de doce años,  más cuando en el colegio era marginado por su excesivo peso y por su carácter afeminado, o así lo tachaba Hyuna, una de las niñas populares, sus ojos vieron una sola palabra que lo llevó a iniciar con una de las peores faces de su vida, "¡vomita!". Empezaron leves, comía su desayuno y al llegar a la escuela se refugiaba en los baños del establecimiento para inducir su vomito, la primera vez se sintió descompuesto después de hacerlo pero había una razón mayor, ser delgado y aceptado por la abeja reina, no molestarle ni tampoco ser una montaña en su camino, como ella le decía debido a su tamaño, cabe recalcar que por uno cuantos centímetros Baekhyun no calzaba dentro de ese perfil delgado y fórnido, como Hyuna esperaba, ya los días siguientes se comenzaba a sentir normal el vómito, la bilis era soportable, el ardor de su garganta era merecido, eran costos para ser delgado, su imagen en el espejo comenzaba a verse bien, sus manos lograban tocar sus costillas, ficticiamente, ya que Baekhyun sufría de un desorden de imagen, él no era excesivamente gordo, lograron confundir su mente con prejuicios y con insultos. 

Un día estando en casa sentía demasiada hambre, su padre, antes de irse a Japón a trabajar, le había dejado ramen para que el comiera después de la jornada escolar, sus tripas gruñían exigiendo comida, ya que había vomitado el almuerzo, sus manos rascaron sus muslos, el dolor de estómago se hacía insoportable, era como si sus tripas se retorcieran por dentro haciéndole contraerse, él debía ingerir algo, caminó desesperado hasta la alacena de su hogar, sacando botanas, sacó bastantes bolsas, abriéndolas con desesperación, su mano sacó un puñado de frituras y las ingresó a su boca, masticaba con agresividad botando por sus comisuras las migas, así lo hizo con las tres bolsitas restantes, su ansiedad no bajaba, consumió el ramen de golpe atorándose en el proceso, lagrimas caían por sus ojos, sus manos aferradas a a circunferencia con el alimento, una vez terminado la encimera era un desastre pero el niño lo era más, exhausto se estiró encima de las bolsas de los pecados que había ingerido, un remordimiento le subió desde la boca del estómago hasta dejarlo en su garganta, era un nudo pero que no se tradujo en llanto si no más bien le llevó a correr al baño en busca del inodoro, sus rodillas golpearon el azulejo, sus manos se aferraron a la tapa, llorando, angustiado, solo y con dos dedos en su boca los empujo demás, la primera arcada vino y esta le quemó como ninguna otra, volvió a inducir su vómito con éxito, salio disparado el vómito junto con su alma, su felicidad, su tranquilidad, su espíritu, su amor propio, sus ganas de vivir. A baekhyun no solo le arrebataron la infancia sino las ganas de mantenerse en este mundo. 

Al paso de los días estas conductas se volvieron repetitivas, la basura que dejaba en el mostrador era quemada en el baño, cada paso que Baekhyun daba le arrebataba un por ciento de su vida y él, con su inocencia, no lo sabía, no sabía lo bello de la vida, lo bonito de vivirla, lo bueno del amor, llegó a casa, su madre dejó una nota en el refrigerador, le habían dejad fideos instantáneos, y él había comprado más comida, había comprado un pastel gigante solo para él, ese día se sentía cansado, más de lo normal, se sentía agotado, sus ojos no soportaban abiertos y tenía dolor abdominal, por el hambre, se sentó en la silla y meditó, pero su mente estaba en blanco, sacó el pastel y comió, no rápido ni acelerado pero si con su mano, su cuerpo no podía seguirle el paso a su ansiedad esta vez, sus ojos cerrados mientras disfrutaba el sabor dulce y empalagoso, esa fresa que le encantaba, sus manos sucias tomaron el siguiente plato, los fideos calientes, lo consumió más rápido quemándose en el proceso, los fideos hirviendo bajaban por su lastimado esófago matándole en el segundo, llegó a duras penas al baño, sus manos se acercaron a su tráquea y vomitó, manchas de sangre tiñeron el inodoro, salpicaduras en su cara, cansado y sin ánimo se recostó en el inodoro, inconsciente. Unas manos le sacudían, todo pasaba en cámara lenta para él, logró abrir los ojos su madre le gritaba pero él no escuchaba, su polera de pororo manchada y los pequeños short beige estaban embarrados con el chocolate del pastel, su padre gritaba hablando por teléfono, pronto tres enfermeros entraron en su baño sacándolo de su propio infierno. 

[🥀]

¿Por qué aquel pervertido le enviaba mensajes? ¿Por qué le hacían sonreír a pesar de lo vulgares que eran sus mensajes y de no entender? ¿Por qué a él? todas esas preguntas corrían por su mente, al estar bien, o en un gran porcentaje mejor que en sus doce años, ya con dieciséis pronto a cumplir sus diecisiete, le generaba duda, al pasar los días entablando conversación con el desconocido, él le reveló su identidad, para ser sinceros Park Chanyeol era atractivo pero solo había sentido la atracción de Kasper, a él  nunca le había gustado algo o alguien, además Kasper sentía "amor" por él por caridad, por no estar solo, cuando Chanyeol le confesó quien era, muchos sentimientos invadieron a Baekhyun, seguramente era una apuesta pero también podía ser un nuevo comienzo y no iba a arruinarlo con su enfermedad, así que prefirió mantenerlo en secreto, pero Byun no entendía, él ni siquiera era la mitad de bonito que lo era Hyuna o Hwasa, ¿por qué le coqueteaba?. Los meses avanzaban y Yeol cada vez era más importantes para Baekhyun, pero tampoco podía olvidar en un cien por ciento sus ataques sobretodo cuando se sentía vulnerable o solo,  dicen que tu peor enemigo es aquel que mas dejas entrar en tu corazón,  y así fue,  su corazón fue partido, pero Chanyeol había plantado muchas cosas buenas, él no volvería a caer en sus viejas actitudes, Yeol había convencido al pequeño de qué era mejor que esto. Y claramente aquel pervertido era el amor de su vida, su nuevo comienzo.

🥀Black🥀