OK - George Russell

Capítulo 3

Esa tarde me encontraba particularmente nerviso, sólo porque te veria otra vez. No puedo creer que sea posible, pero en dos semanas me hiciste sentir lo que nunca nadie me habia hecho sentir en meses.

Abril estabas todos los días, todo el tiempo en mi cabeza. Con tu dulce esencia invadiste mis pensamientos, con tu personalidas conquistaste mi corazón, con tu risa mis odios y con tu sonrisa mis ojos. Para mí tu eres la mujer perfecta, tenias todo lo que buscaba en una mujer y me atrevo a decir que más.

Le hablé a mi madre de ti, ella se dio cuenta de lo perdidamente enamorado que estaba de ti. Mi hermano comenzó a molestarme contigo, ya que eras el tema del que más frecuentemente hablaba. 

Pacific Adora se volvió nuestro lugar, allí nos veíamos siempre hasta esa tarde. Recuerdo recibir tu mensaje diciendo que no podrias salir de tu departamento hasta que llegará quien reparara tu ventana. Lo vi como la oportunidad perfecta para conocer donde vivias, tu aceptaste que cenaramos allí.

Al entrar a tu departamento me sorprendí por lo lindo que era, todas sus paredes en blanco crema y detalles en gris. Tenías un dibujo de un mapa en una de tus paredes, allí había una marca en cada lugar en el que habías estado. También vi fotos tuyas con tu familia. Recuerdo los muebles negros con detalles en plateado; pero el broche de oro eras tu en la cocina.

Me hiciste sentir único, tu eras la primera mujer que me preparaba la cena; externa a mí familia claro está. Todavía recuerdo tu risa cuando te enteraste de ese dato y tu sorpresa, me encantaba verte tan feliz.

Permanecimos hablando como siempre hasta tarde, habías hecho un postre también ¿recuerdad? Yo nunca lo olvidaré, eran unos profiteroles sumamente exquisitos. Mi parte favorita de la noche fue verte dormida con tu cabeza sobre mi regazo mientras veíamos una película, simplemente me dediqué a detallar tu rostros.

Se hacia tarde, debía de volver a casa. No quise despertarte, por lo que decidí dejarte una nota donde te explicaba el porque me había ido. Antes de salir rumbo a mi casa, te lleve entre mis brazos hasta tu habitación.

Me sentí tan afortunado de haberte conocido, me hacias tan feliz. Estaba seguro que nadie ni nada podría borrar mi sonrisa en ese entonces.

Llegar a mi departamento fue extraño, todo el transcurso entre tu hogar y el mío sólo pense en ti. Llegué a preguntarme cómo se sentiría regresar a casa, y que tu me esperaras allí ¿sería tan lindo como lo sentí hoy? Estoy seguro que mejor.

Ayyy George te amooo