Cap. II

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...llegar al auto me pareció un camino eterno, las piernas me temblaban de los nervios, cuando entramos nos pusimos los cinturones y arrancamos.

- Que diablos eran esas cosas?

- No lo se, eran tan horribles, de donde demonios salieron?

- No tengo idea.

Mientras mi padre conducía nervioso nos percatamos de que a lo lejos, una especie de esfera grande y de color negro caía del cielo directo a unas montañas cercanas, en ese momento recordé el ruido escuchando en el almacén y supe que eso estaba relacionado. Después de unos minutos más llegamos a casa, bajamos del auto y entramos deprisa cerrando la puerta bruscamente.

- Que pasa? Todo bien? Por que vienen así? - Pregunto mi mamá en un tono preocupado.

- Ah, Ah... Afuera hay unas raras criaturas matando personas.

- De que hablan?

- Unas cosas atacaron a mucha gente en la plaza, huimos de ahí lo más rápido que pudimos, no es broma.

Después de seguir hablando y discutiendo por unos cuantos minutos más, escuchamos mucho ruido afuera de la casa, habían muchas personas asustadas corriendo, eso basto para que mi mamá y mi hermano nos creyeran, de inmediato subimos por algunas de nuestras cosas para irnos de ahí. Yo subí a mi habitación, tome una mochila y dentro metí algo de ropa, ni siquiera preste atención a lo que empaque, también metí algunas otras cosas y baje, mi madre empaco algunas latas de comida y botellas de agua que teníamos en la despensa, mi hermano bajo con su pequeña maleta y mi padre también con cosas de el y de mi madre.

Ya listos, decidimos salir cuidadosos hacia el auto, todos llevábamos nuestras cosas y, justo cuando estábamos en la entrada, pudimos escuchar como algunas cosas caían en la parte de arriba, todos nos miramos asustados y sin pensarlo dos veces, corrimos al automóvil, arrojamos nuestras cosas dentro y de igual manera abrochamos nuestros cinturones para poder escapar de lo que sea que haya estado dentro de la casa.

Mientras mi papá iba conduciendo apurado, nosotros mirábamos por las ventanas como algunas personas corrían preocupadas, muchos autos conduciendo rápido igual que nosotros, tan deprisa conducían que uno de ellos casi no hace estrellarnos.

- Y bueno, a donde iremos? - Pregunto mi hermano angustiado.

- A la casa del lago, estaremos más seguros ahí - Respondió mi padre sin quitar la mirada del camino.

El lugar en cuestión era una pequeña casa que teníamos cerca de un pequeño lago a unas cuantas horas, íbamos a visitarla en repetidas ocasiones durante las vacaciones o algunos fines de semana en los que queríamos divertirnos un poco. Después de un par de horas llegamos, la casa era muy bonita, entramos y por fin me sentí a salvo, después de un rato nos pusimos a ordenar todo y desempacar las pocas cosas que llevábamos, sabia que tal vez eso ya seria duradero.

..................

Habían pasado ya unos días y seguíamos igual, nos manteníamos dentro de casa, estar ahí y pensar que estaríamos bastante tiempo era abrumador, me ponía un tanto triste pensar que posiblemente ya nada seria igual, ya no vería a los abuelos, a todos mis amigos o a la chica de mi clase que me gustaba, con la cual empecé a formar una amistad y a la que terminando las vacaciones le pediría que fuera mi novia, sabia que todo eso ya no pasaría, era bastante triste.

C A O SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora