C A O S

Cap. VIII (Ultima Parte)

- Suban rápido! 

Mis plegarias habían sido escuchadas, estábamos siendo rescatados, respire tranquilidad por un momento, mi mente me decía que tal vez nadie vendría, que nos quedaríamos ahí y que en algún punto aquellas bestias salvajes nos encontrarían en la cima de aquel sitio y nos atacarían para luego devorarnos mordiendo nuestros rostros o quizá arrancando cualquiera de nuestras extremidades dejándonos desangrar hasta morir, pero afortunadamente no fue el caso. 

Cuando llegaron todos se alegraron, fueron dos los helicópteros que arribaron, claramente no eran lo suficientemente grandes para poder llevarnos a todos así que se tuvieron que hacer al menos tres viajes para lograrlo. Mi hermano, la otra chica y yo nos transportamos en el primer viaje, estaba feliz pero algo asustado, nunca había subido a un helicóptero, sudaba  de nerviosismo, recordaba los accidentes que había sufrido durante los últimos meses en vehículos terrestres e imagine que uno en el aire tal vez podría ser peor, el auto no exploto pero seguramente este si en caso de que nos estrelláramos contra el suelo a esa altura, trate de pensar en otras cosas ya que eso no me estaba sirviendo de nada. 

Cuando por fin aterrizamos me relaje, suspire y baje con calma. 

El día siguiente fue muy sorpresivo para nosotros tres. Después de que nos recibieran nos colocaron en los sitios para descansar, todos estábamos exhaustos así que fue lo primero que hicimos. Al día siguiente, por el medio día cuando ya estaba mas relajado al igual que los demás, mi hermano y yo explorábamos aquel sitio, caminamos por sus rincones cuando de pronto, yendo por unos de los pasillos pasamos por una habitación y mi hermano me detuvo.

- Que pasa? - Pregunte cuando su mano sostuvo mi brazo.

- Mira hacia allá - Me dijo señalando hacia el interior del cuanto.

- Que estas mirand... - Ahí fue cuando mis ojos quedaron completamente abiertos - Esa es... esa es mamá?

Dios no podía creer aquello, una mujer bastante parecida a nuestra madre estaba junto a la ventana admirando la vista de afuera, sentí un vacío en el estomago y, tan pronto como hice aquella pregunta mi hermano entro corriendo hacia ella y yo fui tras el. 

- Disculpe - Dijo mi hermano mientras tocaba el hombro de aquella mujer. 

Ella se giro y al vernos exclamo - Hijos? 

Seguía sin poder créelo, mi madre no estaba muerta. Se levanto y abrazo a mi hermano, después me miro e hizo lo mismo, los tres estábamos derramando algunas lagrimas y, después de aquel sorpresivo encuentro nos sentamos a hablar, como demonios había pasado eso? Pues durante aquella larga charla nos conto lo que había sucedido. Al parecer el día del accidente ella y mi padre salieron disparados del auto, cuando despertó pudo ver a una de esas cosas monstruosas masticando la pierna de mi padre mientras se derramaba su sangre, lo único que pudo hacer fue alejarse de ahí, arrastrándose con el corazón roto y muy lastimada hacia unos arbustos y lo ultimo que recordó fue ver como arrastraba el cuerpo herido de mi padre lejos, después perdió el conocimiento y despertó el aquel lugar sin saber nada de nosotros, al no notar su presencia cerca del auto no la auxiliaron hasta que alguien pudo verla y la ayudo, nuestras lagrimas eran de tristeza pero a la vez de felicidad, al menos ella había estado bien todo ese tiempo, eso me hizo alegrar un poco mas. 

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Pasaron unos días, me encontraba contento y algo emocionado ya que nos llevarían lejos, bueno, no nos trasladarían al otro lado del mundo pero si nos iríamos. Después de que llegamos aquella madrugada, asustados y sin saber que pasaría con nosotros, nos dijeron que estaríamos ahí al menos una semana, iban a tratar de ayudar al mayor numero de gente posible para poder instalar a todos en otro sitio al norte del pais, un espacio que ocupara un gran territorio para albergar a miles y miles de personas, ahí fue cuando supe que los rumores de un gran lugar eran ciertos y con ánimos estaba esperando el día para largarnos. 

- Estas listo? El transporte ya llego y nos llaman.

- Claro, voy enseguida - Le conteste a mi hermano. 

Era el día, termine de amarrar mis zapatos, me acomode el cabello hacia un lado y salí corriendo detrás de el en cuanto termine. Me dirigí a donde estaban todos y me prepare para subir al autobús, uno muy grande por cierto, un par habían partido el día anterior y nosotros éramos el ultimo viaje. Equipaje claramente no teníamos así que subimos deprisa, avanzamos hacia los asientos traseros y tome el lugar que daba a la ventana, quería admirar el paisaje por que aunque afuera todo era una completa mierda y un caos total, los atardeceres aun eran bellos.

Tan pronto como todos subimos el autobús empezó a avanzar, tenia la esperanza de que todo llegaría a estar un poco mejor, estaba claro que nuestra vida ya no seria igual pero al menos tenia a mi familia y a la otra chica la cual ya también formaba parte de esta, trataríamos de que nuestra existencia estuviera a salvo de todo ese horrendo asunto por mucho, mucho tiempo.  

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Nota Final: 

Agradezco el apoyo dado, muchas gracias. ❤

Esperen mas contenido.