𝕋h𝕖 P𝕣o𝕥e𝕤t𝕖r }Billie Eilish y tu{ "COMPLETA"

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Bajamos del coche, estoy nerviosa. Nunca estuve en público con Billie, bueno a veces en el coche, pero no nos pueden ver... Suspiré, no es lo mismo.

Escuché como ella entregaba las llaves al aparcacoches, no presté gran atención. Creo que por primera vez mis pensamientos silencian su tranquilizante voz.

Noté sus manos en mis caderas, poco a poco subió acariciando hasta mi cintura. Mi corazón se paralizó unos segundos.

-Billie- chillé dando un corto salto, cuando pellizco mi cintura- No hagas eso- me quejéis tapando mis cintura.

Ella rió abrazandome por la espalda con extramo cuidado. Apoyó su barbilla en mi hombro.

-Sonrie, no querrás aparecer con mala cara en las fotos- susurró apretando el abrazo.

-Ugh- sonreí falsamente y salí de su abrazo.

-Ey! That's not fair- se quejó.

Reí, ella se acerco y extendió los brazos pidiendo en volverme en ellos.

-You were my life, but life is far away from fair- canté No time to die quitando mi mascarilla, ella repitió el acto y juntó nuestros labios en un tierno beso.

-Que mona, ahora si escuchas mi música- reí y coloqué su mascarilla.

-No me llames mona, aquí yo soy la activa- amenacé.

Golpee suavemente su hombro mientras me separaba poniendo mi mascarilla sobre mi nariz.

-¿Feliz?- asintió rápidamente haciéndome reír.

-Ahora vamos al restaurante antes de que quiera comer otra cosa- me abrazo por los hombros.

Reí.

-No voy a decir nada, todo lo que te quiero contestar ya lo sabes- rió y beso la zona trasera de mi oreja.

Sentí un fuego aparecer en mi pecho y extenderse por todo mi cuerpo. Controlate Collins, controlate.

-No hagas eso- se quejó.

Nos abrieron la puerta del restaurante y caminamos dentro. Siento demasiados ojos sobre nosotras.

-No se el que- la miré, cuando estuvimos a punto de contestarme añadí- Más tarde me lo dices- no quiero que diga algo subido de tono en público.

Rió y esta vez besó mi coronilla acariciando mi pelo. Los besos con mascarilla son realmente extraños.

-Billie Eilish- chilló una mujer muy bien vestida y con grandes curvas. Ella tapó su boca al darse cuenta la situación.

Billie rió levemente y yo sonreí, cada vez que la reconocen... Es... Es mágico. La sonrisa que pone como se ríe por no saber posar en las fotos, como abraza a sus fans y no los suelta hasta que dejan de llorar.

Sonreí un poco más cuando la mujer me miró fijamente y sonrió a más no poder.

-Es un placer atenderlas- en un intento de ser profesional relajó su sonrisa- ¿Mesa para dos? - preguntó tomando un pequeño portafolios de una mesa alta con el nombre del restaurante.

-Claro- afirmó Billie. Aún con la mascarilla puesta se nota una sonrisa de oreja a oreja con toda la alegría que su cuerpo puede retener sin estallar.

Las miradas aumentaron cuando la mujer nos pido que la siguiéramos. Caminamos detrás de ella y nos sentamos en una mesa junto a un ventanal, volvimos al juego de quita y pon de la mascarilla.