Ya no puedo escribir sobre lo hermoso que es sentir nervios al ver a aquella persona, mucho menos las mariposas revoloteando por ahí, y qué hablar sobre la felicidad y amor por alguien más. Mis textos son despiadados, puedo escribir de lo mierda que es sentir cómo el corazón pide auxilio, cómo la mente exclama piedad. Puedo escribir como me sentí en ése instante en el que me dijiste "Ya no más" cuándo ¡joder!, era yo quién no podía más y aún así siguió siempre ahí, maldición. Puedo describir sobre que no todos son iguales, pero tampoco todos son buenos.