Epílogo

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Narra Raven 

En tan poco tiempo, una vida puede cambiar, que digo una vida, muchas vidas en el planeta pueden cambiar si estas están conectadas, en unos días, horas, minutos e incluso segundos, eso me pasó, todo mi mundo se vino abajo, se derrumbó y caía a pedazos, hasta que conocí a Aiden, él llegó como un verdadero salvador y durante cuatro largos años me regaló una vida de mentiras al igual que a Mackie y a Ami, vivíamos como él quería, respirábamos al tiempo de él porque lo admirábamos, nos había salvado, eso creíamos, pero en realidad él nos había inducido a un mundo lleno de sangre, y no precisamente la nuestra... Aiden solo trajo un pequeño fragmento de desgracia a nuestras vidas, lo otro lo considero un regalo porque saqué la verdadera Raven, esa chica valiente, arriesgada, firme, decidida que quería vivir y hacer lo que creía era la justicia por quienes no podían o nunca pudieron hacerla, lo que ahora me hace pensar es que de verdad el aprendiz logró pasar a su maestro, aún me suenan las palabras de Aiden.

- Me ganaste Raven, lograste sobrepasar con creces a tu maestro... - sabía que su expresión en ese momento era de admiración, solo fue un susurro a mi oído justo antes que Tomas le disparara.

"El mismo juego que él había inventado, el mismo juego que se lo había llevado"

Podría vivir con un poco de amor de ahora en adelante, no se cuanto tardaré en aceptar el cariño de alguien más, quizás algún día pueda encontrar a un chico guapo con un rifle McMillan Tac-50 en alguna misión de la milicia y me enamore, reí ante el pensamiento

-¿Raven? - llamó Mamá para que la siguiera sacándome de mis pensamientos

Llegamos a un patio un poco grande donde se encontraban Mackie seguida de su padre Justin, Ami al lado de Kin, su madre , Olivia, Jordan, Tomas quien se puso a mi lado, Andrew Jones mi padre, su esposa Katie Smith y mi madre que sonreía ampliamente observándonos a Tomas y a mi.

-¿Brindamos? - dije sonriendo ampliamente

- ¿Quieres hacer los honores? - preguntaron Mackie y Ami

- Perfecto - levanté mi copa de champagne - Por el día que cambió todo - todos levantaron las copas - Feliz 7 de Octubre - reí e hicimos un largo brindis seguido de muchas risas.

Si esto era ser normal, me gustaba, si no lo era, igualmente me gustaba, estar rodeada de tantas persona y sentir que cada una de ellas tiene algo valioso, que cada una de ellas en verdad siente eso que se le llama "Amor", saber que esas personas de verdad darían un pedazo de sí para que estés bien, era algo increíble de ver.

 Ya tenía algo, más bien a alguien/muchas personas por quién vivir, por quién pelear, por fin un motivo puro, un motivo verdadero por qué arriesgarme, algo verdaderamente bueno porque vivir.


Fin.



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