Capítulo I: Reencuentro con el Destino

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- ¡Ya me voy! - exclamó emocionado un muchacho de grandes ojos avellana y cabello pelirrojo

- ¿Seguro que vas a estar bien? - preguntó una angustiada madre

- No te preocupes Inoue, deberías de estar orgullosa de él... - comentó el padre

- Lo estoy, pero también preocupada, es la primera vez que sale solo y tan lejos... - dijo sollozando la pelirroja

El sustituto abrazo a la dama, para reconfortarla un poco.

- Estaré bien mamá, les llamaré diario... me despiden de mis tías... - dijo el joven

Con maleta en mano y mochila al hombro sale de la casa, con rumbo a su próximo destino la Universidad, para llegar allí, va al aeropuerto de Tokyo, para tomar su avión.

Después de largas horas de vuelo, llega a una ciudad desconocida totalmente para él, le asombra absolutamente todo a su alrededor, al principio se ve abrumado por la gente que viene y va realmente luce distinta a la de su hogar, esa es mucho más grande, todo está en otro idioma, saca del bolsillo su celular para buscar la dirección de su escuela, caminaba un tanto distraído, está seguro de estar cerca, al mismo tiempo está seguro de haberse perdido.

No quiere entrar en pánico, se le acelera el corazón, en ese lugar no está papá para que pueda ayudarlo, él ya no es un niño, debe poder encontrar su camino, pero se pone cada vez más nervioso, hay gente extraña que lo observa, temblando sigue su andar, sólo reza que no se le acerquen o que no sean ladrones, más ansioso apresura sus pasos, respira agitado, entonces choca con la espalda de un caballero de su altura.

- Lo... lo lamento... - dijo primero en japonés el muchacho

Después de un instante se da cuenta que no le va a entender, así que lo dice en inglés.

- Lo siento, de verdad, lo lamento... - dijo nervioso el pelirrojo

El hombre finalmente se gira, lo mira de pies a cabeza, lo que aumenta la tensión del pobre estudiante.

- ¿¡Inoue Orihime!? - dijo la voz del serio desconocido

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- ¿¡Inoue Orihime!? - dijo la voz del serio desconocido

Eso asombro al joven, ese nombre no era otro que el de su madre, cuando está aún era soltera, "¿cómo supo su nombre?", fue la pregunta que se formó en su mente del japonés.

- Ese es el nombre de mi mamá... - dijo el ahora confundido chico

El de ojos esmeralda frente a él, suspiro, lo volvió a observar de pies a cabeza un poco más sereno.

- ¿Kurosaki Kazui? - preguntó el hombre de pálida piel

- ¡Je!, sí soy yo, pero, ¿cómo sabe mi nombre? - insistió el universitario

Una hermosa chica de largo cabello negro, blanca piel, grandes y brillantes ojos verdes, un poco más pequeña que el pelirrojo, con linda figura, rostro serio sale detrás del caballero con el que ha chocado el estudiante.

Tres Schiffer y ¿Kazui? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora