・⚘ ❛ Prologo ❜ ⚘・

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Todos tenemos miedos y fobias, desde los más ridículos hasta los más comunes.

Miedo a perder a alguien, miedo a las alturas, a hablar en público, miedo a las agujas, a los insectos, a la sangre, miedo a morir. Yo Huening Kai, a mis 18 años de edad les sigo teniendo miedo a los payasos, esas sonrisas pintadas diseñadas para divertir, a mí solo me atemorizaban, detrás de toda esa pintura y maquillaje, había algo más que nadie veía pero yo sí, algo extremadamente oscuro que se esforzaban por ocultar.

Cuando yo tenía 5 años de edad, mis padres me hicieron mi primera fiesta de cumpleaños con invitaciones, globos, juegos inflables, regalos y un gran pastel con velitas en la parte de arriba, como entretenimiento habían contratado a un payaso no muy conocido apodado "Blin" tenía una peluca de color azul, su rostro estaba completamente pintado de blanco, el contorno de sus ojos y boca era de un tono negro, lo único que lucía amistoso en él, era su nariz roja y su traje de payaso con colores desalineados, en ese momento no entendía como los demás niños no estaban asustados tanto como yo, por ser el cumpleañero fui obligado a permanecer al frente durante todo el espectáculo.

Todo comenzó normal con bromas tontas, globos en forma de animales, de vez en cuando pasaba a algún voluntario al escenario por suerte no fui uno de ellos, todos los demás reían a carcajadas pero yo no podía esperar para que todo terminara, yo no podía separar la mirada de esa sonrisa sádica, de esa voz aterradora, de esos ojos penetrantes que hasta el día de hoy me persiguen.

Para su acto final, tenía algo preparado, de una caja sorpresa empezó a girar una manivela, a la vez que una perturbadora canción sonaba, todos los niños esperaban ansiosos mientras yo solo deseaba que todo este macabro acto terminara, tenía mis ojos tapados por mis manos, sentía una sensación de pánico, de ansiedad, era como si yo presintiera que algo saldría muy mal, solo cuando empecé a escuchar gritos por toda la habitación fue que obtuve el valor suficiente para destaparme los ojos.

Lo que vi delante de mí, fue algo tan aterrador, algo tan inquietante, una imagen tan nítida que no he podido sacar de mi mente. Unido al resorte yacía un animal muerto en un estado de putrefacción que inundo mis fosas nasales por completo, sus ojos estaban salidos, sus patas habían sido amputadas, había rastros de heridas y sangre seca por todas partes. Todo el ambiente de gozo e inocencia que antes se sentía, había sido inundado por desolación, gritos y llantos. No sé qué pasaba conmigo pero me había quedado completamente petrificado viendo esa atrocidad, el payaso se reía como un desquiciado, yo era el único niño que quedaba sentado frente a él, quería moverme, quería gritar y salir corriendo pero no podía, el empezó a acercarse a mi amenazante con su sonrisa psicópata, estiraba sus brazos, susurrando mi nombre. De la nada un golpe estruendoso lo frena, papa lo había golpeado, mama me tomo en brazos y salió corriendo junto con toda la multitud de padres y niños, que estaban reunidos en una esquina temblando.

Eso es todo lo que recuerdo...

Me tomo meses volver a decir una sola palabra, el doctor dijo que debido al trauma había perdido el habla, desde lo sucedido aquel día, mis padres decidieron llevarme a un psicólogo, ellos no tenían manera de explicarme todo lo ocurrido, después de todo como le explicas a un niño de 5 años lo que es la maldad, como decirle que en el mundo existían personas tan retorcidas que disfrutaban del sufrimiento de los demás, sujetos tan dementes que gozaban modificar la naturaleza.

Sé que por una sola experiencia negativa, no debería vivir asustado, no debería generalizar y superarlo como una persona normal pero ustedes no lo entienden, a esa corta edad algo me marco, algo cambio en mí, yo era un niño feliz y seguro hasta que conocí ese lado oscuro y siniestro de la vida. Desde ese día comencé a tenerle pavor a los payasos con el paso de los años mi miedo se volvió algo generalizado, no tenía manera de explicar lo que sentía, solo era una ansiedad constante que no desaparecía, volviéndome alguien raro, temeroso y antisocial.

Las personas todo el tiempo usamos máscaras, máscaras que nos protegen de ser nosotros mismos, maquillaje que oculta nuestras cicatrices e imperfecciones y disfraces que nos ayudan a aparentar.

El motel de los payasosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora