El invierno había llegado a la isla, y sorprendentemente, con él también llegó la nieve y el clima frío asociado a la navidad.
Los ex-estudiantes de la clase 77 se preguntaron el porqué, pues era preocupante que en una isla tropical nevara. La respuesta de la Fundación Futuro, fue que por culpa de la tragedia, el clima de todo el planeta estaba alterado, así que gracias a ciertos factores como el eje de la tierra, el viento, el cambio climático y otros más, ahora tendrían una navidad nevada.
Aunque sorprendente, a nadie le pareció algo malo. Es más, a muchos les hizo ilusión el poder jugar con la nieve y sus compañeros, mas cierto alvino tuvo que alertarles lo siguiente:
—Que esté nevando es culpa de mi suerte, desde pequeño siempre se ha encargado de darme una navidad blanca —Dijo con una sonrisa apenada—. Pero con esta buena suerte, siempre viene una mala. Seguramente habrá una tormenta y podría ser peligroso. —Y aunque a sus compañeros les asustó, esa misma noche hubo una pequeña tormenta.
Todos pensaron que esa era la tormenta que el albino había predicho, pero Nagito no parecía muy convencido, nada se había roto y nadie se había hecho daño. Estaba feliz, pero al mismo tiempo preocupado.
La tormenta no causó ningún inconveniente, no se podía considerar mala suerte, es más, gracias a ella pudieron hacer muñecos de nieve y guerras de bolas de nieve en la playa. La pequeña tormenta solo había sido otro caso de buena fortuna, preocupando al albino al ver que otra, considerablemente más grande, se acercaba.
Preocupado, intentó convencer a sus compañeros de dormir todos en el hotel cuando escuchó el primer trueno, indicando que también iba a ser eléctrica, quería estar seguro de que a nadie le pasaba nada malo es la soledad de su cabaña; tampoco que se quedaran encerrados en estas por culpa de la nieve y el viento. Las cabañas no estaban construidas para aguantar una tempestad muy fuerte.
Al principio pensaron que estaba exagerando, pero cuando Hajime utilizó su análisis, coincidió que la tormenta iba a ser fuerte, y que las precauciones que el albino proponía eran justas. Se dedicaron el resto del día a llevar todo lo necesario para pasar un par de días aislados, por si acaso, y prepararon las habitaciones.
Empezó a nevar en la tarde, empeorando gravemente por la noche, por la mañana todos coincidieron que refugiarse en el hotel había sido la mejor opción, pues por ese viento ni siquiera podían abrir la puerta.
Si se hubieran quedado en sus cabañas, se habrían quedado atrapados y solos. Esa misma tarde perdieron la electricidad, y aunque solo eran las cinco, las nubes que cubrían el cielo hacían el efecto de noche, dejándolos a oscuras.
Komaeda y Tanaka decidieron ir a por velas en el almacenen mientras Hajime y Souda intentaban arreglar el fallo, sorprendentemente también encontraron decorativos navideños gracias a un tropezón del albino.
Gracias al aburrimiento y al descubrimiento del albino y el domador, decidieron decorar el interior del hotel para la festividad, la cual no faltaba mucho para que llegara.
—Oye Hajime, ¿me ayudas a colgar esto aquí? —Preguntó el mecánico sujetando un muérdago mientras señalaba una puerta, una vez habían acabado de arreglar el problema eléctrico se habían unido a la actividad de decorar.
—Claro, no hay problema, solo no te metas en problemas por acosar a Sonia. —Dijo el castaño en tono burlón, ya se venía ver el movimiento del chico de pelo rosa.
— ¡Oye! No soy tan malo —Se quejó—. Ademas, no me vengas con esas, a menos yo intentó algo, tu nisiquiera te has puesto romántico con tu noviecito. —respondió ofendido.
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Muérdago [One-Shot HinaKoma]
FanfictionLas fiestas navideñas habían llegado a la isla y todos celebraban. Hinata al acordarse de una vieja tradición, decide ponerse romántico con su novio, pero la suerte de este se lo pondrá difícil.