Después de la fiesta

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Un ruido justo al lado de mi oído comienza a sonar y a ser molesto.Arrugando la nariz extiendo un brazo para apagar la alarma del móvil que está sonando, pero algo pesado sobrde mí dificulta mi movimiento. Apago la alarma mientras pestañeo varias veces y bostezo. Miro hacia abajo y observo los rizos rubios y alborotados de Andrew. Por algún motivo eso me divierte infinitamente y hace que esboce una sonrisa. Sin embargo miro el reloj y suelto un suspiro.

-Andreeeeew - me quejo estirándome y pasándole una mano por el pelo, lo cual solo hace que se acurruque más contra mí e intente ocultar la cabeza en mi hombro. Si Andrew supiera lo que estoy pensando ahora mismo, estaría muerto. O al menos con un cuchillo clavado en cualquier parte del cuerpo. O quizá tuviera suerte, con Andrew nunca se sabe.

-Minyard son las seis y media y aún tenemos que despertar a todos y llegar a tiempo al entrenamiento - como no se mueve,me quedo por un momento sintiendo su pesada respiración y puedo estar seguro en un 95 % de que si besara su cuello en estos momentos se despertaría mucho ,mucho más rápido , pero nunca podría hacerlo hasta que Andrew me diera luz verde. Ohhh pero claro, él sí podía dormir sobre mí, mmmm... Estoy empezando a pensar que esta situación es un poco injusta. Andrew se remueve un poco y decido trazar con suavidad pero perezosamente un camino por su cuello, desde la nuca hacia abajo con dos dedos. No es hasta que llego hasta por debajo de sus hombros que no se estremece. Se levanta ligeramente sobre un brazo, lo suficiente para mirarme enfurruñado y con un solo ojo abierto, deslumbrado por la luz.

-¿Qué pasa?¿Por qué no te puedes estar quieto por cinco minutos más? - la luz de la mañana se cuela por la ventana y hace que el cabello y los ojos de Andrew sean más dorados de lo normal. No lleva camiseta así que puedo ver las ligeras pecas que cubren sus hombros como si fuera canela. Su voz es ronca por la ligera resaca que él nunca admitirá que tiene, pero yo ya he aprendido a distinguir. Dios, no se como es posible que alguien sea tan jodidamente sexy. Ya estoy inviertiendo toda mi energía en no empezar a besarle cada uno de los lunares que tiene visibles, ni hablar de lavantarme.

- Andrew Joseph Minyard - gimo-  eres mi perdición - digo mirándolo a los ojos. Él no sonríe, porque es Andrew, pero con la luz clara de la habitación puedo ver un tenue rubor en su cara. Se me seca la garganta y tengo que morderme tan fuerte el labio para no atraerlo hacia mí que creo saborear sangre. No es que me importe.  Sea como sea, él es quien se acerca primero.

-Cállate Josten - murmura antes de abrir su gloriosa boca para mí , dejando caer todo su peso para profundizar el beso. Su lengua contra la mía se siente caliente y ninguno de los dos somos exactamente suaves, no tenemos la constitución para eso. Todo con Andrew es voraz y lleno de adrenalina, incluidos los besos. Dejo que una de mis manos se enrede en sus rizos mientras la otra vaga por su espalda, atrayéndolo hacia mí, pidiéndole más. Y él me lo da, como siempre. No es hasta que Andrew mete una de sus manos para explorar bajo mi camiseta que gimo ligeramente y separo mi boca, pero lo único que llego a decir de manera entrecortada es su nombre antes de que la alarma del móvil vuelva a sonar. Los dos pegamos un respingo ante el ruido y rápidamente alargo un brazo para acallarlo. Los dos estamos jadeando para este momento, pero después de una mirada en mi dirección Andrew se vuelve a tumbar sobre mí.

- Noooo - gimoteo - vamos Andrew, tenemos que levantarnos - y no tengo la suficiente voluntad de hacerlo si sigues encima de mí en solo unos boxers, me gustaría agregar.

- Solo cinco minutos más - su voz sale amortiguada por mi camiseta.

Esta vez al ver su cuello descubierto no lo dudo y comienzo a besarlo. No es hasta que muerdo que se levanta sobre mí apoyándose en ambos brazos.

- No hagas eso - me refunfuña pero puedo notar perfectamente el escalofrío que lo recorre. Esta vez no escondo mi sonrisa.

- Pero te gusta , ¿lo has olvidado? Me gusta que te guste -  cruzo los brazos sobre su cuello y me elevo para hacerle un ligero chupetón. Andrew gime y no puedo evitar ir directo hacia su boca ya abierta para mí.

En casa en Columbia;All for the Game (andreneil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora