Día tras día

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Cada día cuando llegaba a casa me ponía a soñar y a jugar con aquellos niños que conocí en la plaza.

-Lexy, corre pasame la pelota.-gritó Rayan, el niño rubio. Le lancé la pelota chutó.

-No es justo que me quede sola.-se quejaba Sussan. Cierto, David no había aparecido en todo el día.

-¿Donde esta David? Hoy no ha aparecido en todo el día. Ryan y Sussan me miraron apenados.

-Ry, ella lleva tiempo siendo nuestra amiga, sera mejor que le contemos.-dijo Sussan algo triste.

-Tienes razón Sussy. Lexy, toda la gente de el pueblo acaba por desaparecer, llegan de un día al otro y se quedan a vivir aquí. Aun no se como lo haces tu para desaparecer y volver a aparecer, pero cuando uno de nosotros desaparece ya no vuelve.-me explicó Ryan.

-¿Entonces David no volverá?-pregunté triste. Ellos negaron con la cabeza.-Chicos me tengo que ir, mañana vuelvo.- me despedí de ellos y corrí hacia la cabaña. Desperté mientras apagaba el despertador, me vestí cogí mis cosas y salí de mi cuarto. Me encaminé hacia la escuela, de camino a ella pasé por un parque y agarré una manzana que había en un harbol, no había desayunado nada, la desaparición de David me tenia preocupada.

-Mirad, si es la niña monstruo.-dijo una voz a mis espaldas. La ignoré y seguí avanzando.

-No tiene amigas porque nadie la quiere.-dijo otra voz. Aceleré mi paso para llegar antes a la escuela pero una mano me agarró del brazo y me obligó a girarme. Delante de mi se encontraba un grupo de chicas, uno de los que siempre se metían conmigo. Respiré ondo y me preparé mentalmente para lo que venía.

El secreto de la noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora