PROLOGO: Evento pasado, recuerdo olvidado.

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SHANGHÁI, CHINA. 20 DE SEPTIEMBRE DE 1990.

La compañía estaba prosperando y hoy es uno de los días más importantes para mi. Mi amada Shi Di y yo iremos a cenar, celebraremos nuestro aniversario número cinco. Suelto un suspiro, reclinando en mi silla de cuero ejecutiva me giro, viendo de frente el gran ventanal que estaba detrás de mi escritorio. Esto me calma, me hace sentir una tranquilidad increíble. El paisaje es hermoso, más cuando los destellos rojizos y naranjas de la luz del sol, iluminaban los edificios y las calles, le daban un toque casi mágico a la vista. Las manos me tiemblan sutilmente, no puedo evitarlo; estaba ansioso por ver a mi amada esposa y por ...

— ¡Señor! — dice mi asistente presidencial, Shan De, cuando entra a mi oficina. — Tenemos un problema.

— ¿Qué sucede, Shan De? — me gire viendo la cara de mi asistente.

El chico se me acerca, dejando una carpeta de color negra misma que tenia en letras mayusculas doradas el nombre de Balvanera. Hago una mueca inconscientemente, ese hombre estaba empezando a colmarme y más con sus insistencias. No puedo entender aún, cómo es que la supuesta fortuna que él tenía no era suya; sino mía. Abrí la carpeta, leyendo el contenido una sonrisa irónica se refleja en mis labios. Era interesante lo que mis ojos estaban leyendo. Estos documentos eran la petición de disolución de la sociedad, al parecer él por circunstancias propias estaba queriendo romper lazos con el grupo Shi.

El grupo Shi, es una empresa multinacional, en donde se manejan distintos ramos de la industria, teniendo conexiones por toda China. Y con indicios de expansión a toda Asia. Especializadas más en el área de tecnología, armamento, bolsa de valores, entretenimiento... Y otras cosas que no se deberían de saber. Por el contrario, la corporación de Balvanera, es distinta. Ellos se especializan en inmobiliarios, construcciones y turismo. Pero todo eso, estaba hecho de una manera indebida, hecha con el dinero que le robaron a mi familia.

Dinero que mi pobre padre, les dio al ser víctima de sus estafas y sus engaños, jamás se lo perdonaré. Es por eso que tuve que fingir que dejé los rencores y deseos de venganza a un lado; para poder asociarme con ellos. Ahora, estando dentro de aquella corporación no fue tan difícil hacer que no solo los empleados sino también el consejo ejecutivo les diera la espalda. Quiero tenerlo acorralado, sofocado, que no encuentre salida más que vender aquello que supuestamente fue con dinero de su esfuerzo. Mi padre siempre pensó que ambos, ese hombre y yo, haríamos de las empresas un solo imperio. Uniendo a los dos clanes, en los negocios, incluso en lo familiar. Pobre de mi padre, murió pensando aquello sin darse cuenta el nido de víboras que es aquella familia. Y que jamás podrá hacerse realidad aquel absurdo sueño.

Una sonrisa de diversión se marca en mi cara, no puedo creer aún el cinismo que tiene al pedirme una disolución. Sin embargo es buena señal, dudo que su concejo permita que el haga eso, y aunque no corre riesgos financieros aún, ya no recibirán lo que mi empresa les pueda dar. Y conociendo la avaricia de algunos, dudo que estén a favor de no ganar más de lo que ya tienen. Me recline de nuevo en la silla viendo a mi asistente que como siempre tiene una cara neutra. Sus ojos cafés claros combinan muy bien con su cabello al ser del mismo color que la miel. Su tez aperlada y su cuerpo esbelto, me hacen pensar que mi querido niño podría ser así cuando sea grande. Recargando mi codo en el posa brazos de mi silla froto mi mentón, un gesto claro de ser alguien calculador. Su carácter serio y formal hacen que Shan De Nu, no parezca un chico de apenas 17 años. Río bajo ante la idea, es increíble que él siendo tan joven sea tan eficiente, ahora veo porque mi viejo amigo insistía en que lo enseñara tan joven.

— Este señor parece que jamás va a cambiar. — me río breve. Dejo la carpeta en el escritorio y suelto un suspiro. — No se porque tiene la idea de que voy a darle lo que quiere asi de facil. Y menos cuando está a un paso de la quiebra.

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