CAPÍTULO 19

23.9K 4.1K 524
                                    

Conociendo que hay abierta una investigación prácticamente en mi contra, el agente del seguro, de manera muy educada, nos pide esperar antes de mover nada, ya que la Ley de Contrato establece que las aseguradoras no están obligada a indemnizar los daños que ha producido un incendio si se ha originado por culpa grave del asegurado. Intento explicarle que yo no tuve nada que ver pero la denuncia de Margarita y su sobrino dice lo contrario, y como sus acusaciones en ella me incriminan de forma directa, no puedo hacer nada.

Cabreada como nunca, salgo de la sucursal con intención de ir a buscarlos para gritarles, pero mi padre me quita la idea. Todo lo que les haga o diga a partir de ahora podrá ser utilizado en mi contra y debo mantener las formas. Mordiéndome la lengua y con la ira aun corriendo por mis venas, le pido que me lleve a la farmacia y, aunque al principio no parece mostrarse conforme, por mi insistencia no le queda más remedio. Entonces nos ponemos en marcha. Necesito ver con mis propios ojos cómo ha quedado mi negocio o no seré capaz de cerrar este círculo que me corroe por dentro. En mi cabeza no acabo de creérmelo y todo el tiempo me siento como si estuviese viviendo en un mal sueño.

Al llegar lo primero que veo es la fachada calcinada y, como esperaba, la realidad me golpea de lleno. Cuando noto que estoy a punto de venirme abajo, busco en mis recuerdos la conversación que tuve con Gorka y poco a poco me contengo. Si alguien hubiese perdido la vida en el incendio nadie estaría pensando ahora mismo en esto, y tiene razón. Si le hubiera pasado algo a Gorka por salvarme, o a mí, si no hubiesen llegado a tiempo... sin duda el estado en que ha quedado mi negocio sería lo menos importante.

Miro a mi alrededor y todo está tal y como lo describió Lucrecia. Negro, al igual que mi futuro a partir de ahora. Me acerco a lo que se supone que era la puerta de la entrada y me encuentro con que está precintada por la policía. Miro hacia el interior desde donde estoy y puedo ver que el local prácticamente se ha hundido. Recuerdo que lo primero que pasó por mi cabeza cuando vi que el techo se caía con tanta facilidad fue en que Margarita había escatimado también en materiales para la construcción, y después de saber que a Gorka se le cayó un muro encima, cuando es lo último que debería haber pasado, ya no me queda ninguna duda. La muy ruin casi nos mata por no hacer las cosas bien. No sé hasta qué punto eso puede ser legal, pero si hay un juicio, como me aseguró que habrá, pienso usarlo en su contra.

—Eres joven, te repondrás pronto —comenta mi padre al detenerse a mi lado y observa conmigo el desastre—. Esto es solo uno de los baches que se empeña en ponernos la vida para hacernos más fuertes.

—Pues ya podía habérmelo puesto un poco más pequeño. Me va a costar saltarlo.

—Por suerte todavía nos tienes aquí. —Me mira y sus ojos desprenden tanta ternura que siento ganas de abrazarlo, pero sé qué si lo hago comenzaré a llorar y no quiero que eso pase. Necesito mantenerme fuerte—. Mamá y yo, incluso tu hermano, haremos todo lo que esté en nuestras manos para ayudarte a saltarlo. Muy pronto todo esto quedará en un mal recuerdo y podrás pasar página sin problema.

—Gracias —respondo con un gran nudo en la garganta. Me conozco y sé que me esforzaré para reponerme sola y así no les ocasionaré molestias, pero realmente necesitaba oír esas palabras. Saber que mi familia está ahí, pendiente de mí, me ayuda más que cualquier otra cosa.

—Que todo lo malo que nos tenga que pasar siga siendo material. —Expulsa el aire de su pecho y no puedo evitar volver a pensar en Gorka y en sus frases de los días anteriores. "Lo material se repone, la vida no"—. Y ahora vamos a por tu madre o no tardaremos en descubrir lo que es una desgracia de verdad —río con su ocurrencia y diez minutos después estamos en la puerta del supermercado donde se quedó haciendo la compra mientras nosotros hablábamos con los de la agencia.

LA MANGUERA QUE NOS UNIÓ - (GRATIS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora