Descanso

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Beto entró al departamento de Iris, dejó sus cosas y unas bolsas con comida sobre la mesa del comedor y comenzó a llamar a Masato, pero no recibió respuesta alguna. Se preocupó y se dirigió a la habitación de Iris, solo para encontrarlos a ambos durmiendo uno al lado del otro. Salió despacio sin hacer ruido alguno. Beto sonrió, les dejó una nota sobre la mesa junto con la comida y se fue para dejarlos solos.


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Por la tarde Iris despertó y se dio cuenta de que Masato dormía a su lado, ambos se encontraban frente al otro

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Por la tarde Iris despertó y se dio cuenta de que Masato dormía a su lado, ambos se encontraban frente al otro. Se sorprendió pero no dijo nada, sólo acercó su frente al pecho de Masato despacio. Éste se despertó y se dio cuenta que ella ya no dormía.

-Buenos días. - Le dijo y la besó suavemente en el cabello. - ¿Pudiste descansar?

Iris no dijo nada, sólo asintió.

-¿Tienes hambre? Creo que por mi culpa no comiste nada. - Dijo él nuevamente, se sentó en la cama con tal de levantarse pero entonces sintió la mano de Iris detenerlo.

-¿Puedes... Podemos quedarnos así un rato más?

Masato sonrió y se acostó nuevamente a su lado. Volvió a abrazarla y ninguno dijo nada, pero ese fue un momento que ambos recordarían.

Cuando ambos tuvieron hambre se levantaron y encontraron la comida que Beto les había dejado. Se sentaron en la sala y hablaban mientras comían, en ese momento Iris se veía de lo más normal.

-Y entonces intenté tomar café frío del vaso y lo levanté hacia mí, inclusive cuando esté tenía una pajilla, y derrame todo el café sobre mi blusa.
-¿Es en serio?
-Si es en serio.
-¿Pero como...?
-Exceso de habilidad le dicen. - Reía. - Tiendo a ser algo torpe a veces.
-No lo digas de esa manera.
-Que te diré...

Sara y Beto entraron en el apartamento en ese instante, ninguno de los dos dijo nada al ver esa situación. Entraron, saludaron y se sentaron a comer como si nada hubiera sucedido antes y comenzaron a hablar de su día.

-¿Que les parece si mañana vamos al nuevo parque acuático? - Preguntó Iris.

-¿El que inauguraron el mes pasado? - Preguntó Beto.

-Si, sería genial que pudiéramos ir los 4.

-Me encantaría ir a relajarme un rato. - Decía Sara con una gran sonrisa mientras abrazaba a Iris.

-Entonces mañana iremos todos al parque acuático. - Dijo Masato, iré por mis cosas y me quedaré aquí.

-Excelente, entonces Beto espero no te despiertes tarde.

Decidieron todos quedarse en casa de Iris. A la mañana siguiente se prepararon desde temprano, al llegar al parque fueron a cambiarse ya que el calor era insoportable.

Masato fue el primero en salir, Iris fue la segunda, él al verla en traje de baño se quedó con la boca abierta. Era un traje de dos piezas, de color negro, lo cual hacía resaltar más su piel blanca.

-¿Por qué me ves así? - Preguntó ella algo apenada. 
-Es que... te ves muy bonita. - Dijo el sonrojándose y mostrando una sonrisa.
-Gracias. - Fue lo que ella dijo bajando la mirada.- Pero creo que el centro de atención es alguien más.
-¿De qué hablas?
-Mira a tu alrededor.

Masato no lo había notado pero había varias chicas viéndolo desde lejos, y hasta tomándole fotos.

-No es como si me importara. - Dijo él y la tomó de la mano. - Hoy vengo con ustedes así que no me interesa lo que pase con los demás.

Sara salió en ese instante y los interrumpió, fue seguida por Beto. Fueron a tomar algo y hablaron un rato. Al llegar a las piscinas Iris olvidó guardar el celular así que los demás se adelantaron mientras ella lo ponía en un lugar seguro.

Iris caminaba de regreso tranquilamente hacia la piscina cuando un salvavidas la detuvo  tomándola del brazo. -Señorita no puede entrar a la piscina con esas pulseras. -Le dijo.

-Suélteme.-Respondió ella cortante.

 -Si no se las quita y las guarda no la dejaré pasar.-Decía el molesto.

 -¡Que me suelte! - Decía Iris alzando la voz pero de igual manera este chico no la soltó.

     Comenzaron a forcejear, Sara y Beto no se dieron cuenta, pero Masato al ver la situación salió de la piscina y corrió en dirección a ellos. Iris empujó al salvavidas, él cayó al agua y ella estuvo apuntó de caer al suelo, las pulseras salieron volando. Masato logró detenerla al pararse detrás de ella, la sostuvo de ambos brazos. -¿Estas bien? - preguntó mientras le sonreía y le ayudaba a pararse, pero se sorprendió al ver unas marcas en sus muñecas, cicatrices. Iris lo notó, lo empujó y corrió para alejarse de él. Masato trató de alcanzarla mientras gritaba su nombre pidiendo que se detuviera pero no lo hizo, y de un momento a otro la perdió.


     Masato regresó con Sara y Beto, les comentó lo sucedido y corrieron a buscarla por todos lados, el parque acuático era inmenso así que buscaron hasta cansarse. Cuando Masato y Beto tomaron un descanso notó una atracción cerrada por mantenimiento, pero la puerta estaba abierta. Entraron y se dieron cuenta que allí estaba ella, sentada viendo a la nada en una banca. Masato se apresuró a acercarse pero Beto lo detuvo. -Déjame hablar con ella 

-¿Qué? No, yo lo haré. 

-Si te acercas ella saldrá huyendo así como hace rato. 

-¿Como lo sabes? -Le importas lo suficiente como para no querer que la veas así.

 -Beto, por favor... 

 -Esta bien, iré a avisarle a Sara que la encontramos. 

     Masato se dirigió hacia donde Irís se encontraba, en una de las bancas colocadas para esperar subir a la atracción y se sentó junto a ella sin decir nada. Después de un momento ella dijo: - Y... ¿No vas a preguntar nada? 

 -La verdad es que si tengo una pregunta, ¿por qué pulseras? Pudiste haber elegido algún pañuelo o un adorno más discreto.

 Iris esbozó una sonrisa sarcástica. -¿Es en serio? 

 -Si, en serio. 

 -Sara me las regaló para un cumpleaños hace años, fue lo primero que encontré y después me acostumbre a tenerlas.

 -Sara las recogió y guardó.

 -Lo siento 

 -¿Por qué? 

 -Los hice preocupar. 

 -Está bien, no importa 

-¿Como puedes decir que no importa? 

-Gritó mientras empuñaba sus manos. 

-Desde aquí pude verlos correr de un lado a otro, vi la desesperación en sus rostros y yo... - Lágrimas de frustración comenzaron a correr.- Yo me quedé aquí de igual manera. 

 -No es algo por lo cual avergonzarse. 

 -No me avergüenzo de nada. 

 -Te fuiste por que no quieres que te vean así, en ese modo, frágil e indefensa. 

 -Cállate. 

 -Odias que a pesar de todo lo que ha pasado y has hecho ellos te sigan queriendo. 

 -Detente... 

 -Desearías que se alejaran como las otras personas, por que así no te sentirías tan mal de verlos preocuparse por ti, por que así no te sentirías tan miserable... 

 -¡¡Que te calles!! - Gritó nuevamente Iris mientras hacía callar a Masato con una cachetada. La ira se reflejaba en su mirada, pero a la vez una inmensa tristeza. 

- No necesito de esto. - Dijo y se levantó con intención de irse, pero Masato se paró, la tomó de la mano y la impulsó hacia él, para poder abrazarla. Iris se sorprendió y por un segundo no reaccionó. Pero su orgullo no le permitía quedarse así. Comenzó a tratar de soltarse pero Masato no se alejó, aunque ella lo golpeara una y otra vez en el pecho él se quedó allí hasta que ella paró y comenzó a llorar nuevamente. 

 -No tengas miedo de llorar o desahogarte. 

 -No, ya no quiero seguir demostrando mi debilidad. 

 -Si no eres lo suficientemente fuerte para llorar, habrá un momento en el que ya no puedas gritar y pedir ayuda. Esto te consumirá y será peor. Llora todo lo que quieras, estoy aquí para ti. Nadie nos ve y con todo ese ruido nadie te escuchará.

 -¿Por qué lo haces? No merezco que estés aquí, yo... 

 -¿Quién dice que no? -Quiero estar aquí, y no importa lo que hagas o digas, no te dejaré. Lo prometo.  

Only YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora