Soy su objeto

~Sin dignidad~

Habia disfrutado como nunca en mi vida esa noche,había sentido por primera vez que era algo mas que una sucia perra para el amo, pensaba que realmente le importaba.
Me desperté sin su cuerpo desnudo al lado mía, mire el reloj y viendo que erN las dies y media de la mañana supuse que habría ido a trabajar.
Me vestí, me puse unos vaqueros ajustados junto a una camiseta blanca basica de tiras y baje a desayunar. Tras desayunar un bol de frutas y un te verde caliente, decidí pasear por el gran jardín,mirando las rosas rojas, me entró la idea mas magnífica que me podría haber surgido, sabia la forma en que debía de escapar, necesitaba tiempo,algún compinche y demasiada estrategia y rapidez.
Lograría que el amo se enamorase de mi y cuando menos se lo esperase me marcharía, necesitaba una ayudante,instantáneamente se me vino la cocinera,ella siempre había sido buena conmigo, sabia que con un poco de mi astucia conseguiria que me dijese lo que necesitaba saber.
Me dirigi hacia la cocina, me sente en una silla y comenze a preguntarle cosas al azar, como era su vida, si tenía familia,hijos todo lo que se me pasase por la mente en ese momento para que se ganase mi confianza, su nombre verdadero era Maya pero el amo la llamaba " risos" por su enorme melena voluminosa, tenía 25 años y unos ojos azules que te atraían, era morena, delgada y su energía era extremadamente contagiosa. Sin que se diera cuenta comenze a preguntarle sobre el amo, si sabía donde estarian mis cosas las que traia cuando me secuestraron, ella simplemente me contestaba las preguntas con respuestas cortantes y frías, pense que nunca conseguiría que me dijese la verdad hasta que me dio un papelito el lugar exacto de donde encontraría mis cosas. Era el estudio estaba en el tercer cajón.
Se me paso la tarde volando pensando en como conseguiría la forma de entrar, debía encontrar una forma, o quizas si iba yo misma y veia donde estaba conseguiria cogerlo rápidamente y salir como si no hubiese pasado nada, el amo había llegado desde hacia rato, tenia la escusa perfecta para poder infiltrarme sin que se diera cuenta, el primer paso seria ir hacia el amo, el segundo contarle una escusa y el tercero o consegui mi móvil o consrguir las llaves.
Toque la puerta, espere aque el amo me diese el permiso para poder entrar, se  sorprendió demasiado al ver que era yo.
Debía seguir con el plan, estaba tan nerviosa que no me salían las palabras, justo cuando iba a comenzar a hablar Maya lo llamo queria mirar unos productos en mal estado...
- Esperate aqui, quietecita y sin hacer ruido dijo
Después de eso salió del estudio y justo en ese momento lo jodi todo,me levante y mire el trecer cajón vi mi móvil y lo coji, no pense en consecuencias o en cualquier otra cosa, oí como venía el amo, me escondi en movil en mi ropa interior en el sujetador, ya que en el bolsillo del pantalon se notaba su presencia, cerre el cajon y me senté. Intente calmarme para que no se notase que había echo cualquier cosa.
El amo entro me miro con los ojos verdes, mostraba una desconfianza en mi monumental, sabía que la había cagado.
-Amo, vine para decirle que quisiera seguir recibiendo clases.
- Te has comportado muy bien esta última semana, si quieres seguir recibiendo clases podras hacerlo pero siempre dentro de casa y con uno de los guardias cerca de ti.
Le di las gracias y sali del despacho, pense que había colado la escusa. Cenariamos en nada de tiempo, asi que me bañaria, justo cuando llegue escondi el móvil, lo coloque debajo del colchón estaba bien escondido, me metí al baño me desnude y justo cuando estoy apunto de meterme al agua, escucho al amo entrar, enfurecido, sabia que algo no iba bien, tenía una mirada que daba miedo verlo.
- Te crees que soy imbécil, que puedes jugar conmigo como juegas con todos, pues no puta de mierda, aquí el que manda soy yo.
- Amo no se de que estas hablando lo juro...
-Quieres saber exactamente que has hecho...
En ese momento sentí temor por mi vida, me agarró del pelo  y me saco del baño y me llevo hacia su oficina así desnuda, atrrastrandome por el suelo diciéndome lo estúpida e insensata que había sido, abrio la puerta y me llevo hacia su monitor, me sento bruscamente en la silla, y me mostró un video habían cámaras en su oficina.
Habia sido tan imprudente que no había pensado en las consecuencias, el amo me tiro de la silla, sabia que en ese momento se venia un castigo fuerte, le suplique tantas veces que no lo hiciera, que me portaria mejor, lloraba suplicaba le pedia perdon por todo pero el no me hiso ni caso, se quito el cinturón,  y empezó a darme con este por toda la espalda, por todas las nalgas llegando a mis muslos, no se sentía suficientemente satisfecho...
Bajo su pnatalon y los boxers negros que llevaba puesto dejando ver asi su gran erección, se había puesto cachondo viendo mi sufrimiento, se sento en su silla, volvió a coger mi pelo con la misma fuerza que lo había hecho anteriormente y me empezó a introducir su polla en mi boca, me escupía, me decía lo puta que era.
Yo estaba sufriendo mientras que el estaba disfrutando sexualmente de mi, me cogió con fuerza, juro que en ese momento preferiría haber estado muerta, que no hubiese pujado por mi en ese momento, me coloco encima de la mesa, sin ningun permiso, sin consentimiento y sin protección, me la metió hasta el fondo, embistiendome cada vez con más fuerza y dureza.
Solamente quería que esa mierda terminara, que no siguiera con la humillación, lloraba en silencio, oyendo como gemía de satisfacción, me giro viendo hacia el, agachada a la altura de su polla, lo hizo únicamente para correrse en mi cara,me escupió nuevamente y me lo esparció todo por cada lugar.
Llegue a la habitación y me metí al baño, me mire en el espejo, me veia realmente mal, estaba horrible, mi pelo se veía detestable, mi cuerpo magullado por los cinturonazos y mi dignidad habia desaparecido,me tocaba únicamente sentarme y llorar en la ducha.
Esperando el minimo movimiento mal hecho para salir de esta mierda de prision, estaba segura que en algún momento la joderia y allí estaria yo para devolverle todos los castigos