Izuku Midorilla...nacido con el all for one.

_Ingreso_Capítulo 1_One for All_

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NOTA DEL AUTOR:

Esta historia tiene un "Remake" (yo lo llamo LN [ya que en realidad la historia es la misma, sólo que la cuento de una mejor manera y con más detalles]). Este "Remake" lo podrás encontrar como "Izuku, el héroe nacido con el don A.F.O. [AU con OCs. LN]" tanto en mi perfil, o bucandolo en Wattpad; esto se los digo para que sepan que podría ser más conveniente directamente pasarse a ese libro de wattpad (que ya es definitivo y sin cambios), en vez de éste que estás leyendo en estos instantes (que dentro de un tiempo [cuando el "Remake" supere en extensión a este libro] será puesto en privado).

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7 meses y 15 días después.

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Narra Katsuki Bakugou.

Bien... No sé cómo se supone que se debería escribir un maldito diario, pero lo intentaré ya que el imbécil (por no decir otra cosa) de mi maestro dice que "me ayudará a acostumbrarme a escribir y relacionarme"... aunque sea digitalmente.

Empezando por... No sé que mierdas, eh... Creo que debería iniciar con una pequeña introducción de lo que ha pasado en mi puta vida.

De lo que recuerdo de mi maldita "infancia", es que me gustaba mucho ser el líder de los juegos, según recuerdo era muy bueno. ¡Pero como no serlo! ¡Si siempre he sido increíble! O al menos antes, pues hoy en día...

Después de "despertar" de mi coma, que inició cuando tenía casi 5 años (parece como si hubiera sido hace mucho más tiempo atrás), realmente no podía creer lo que veía, ni lo que sentía. Es muy diferente el estar privado de la mayoría de los sentidos, a estar con todos ellos.

Poder ver, sentir, saborear (aunque al principio fuera comida de hospital), es realmente indescriptible el cómo se siente para alguien como yo, que estuvo gran parte de su vida privado de esos sentidos.

Además, ya podía cumplir todos los deseos que me surgieron mientras estuve en coma. Pero, antes tenía que ayudar/encontrar a mi hermano, Izuku, y así él pudiera triunfar en el último "torneo heroico".

Sin embargo, a pesar de que sí ganó, realmente le costó mucho, ¿pero cómo no le hubiera costado? Si se enfrentó a tres putos monstruos, una hongo mutante, un perro rabioso gigante, y una perra loca con fuerza de gorila. Hasta a mí me hubiera costado.

No obstante, hubo cosas buenas después de eso. Aunque no todo entre medias fue como algunos dicen, "color de rosas".

Primero. Cuando probé mi primera pizza, me encantó el sabor, el queso y toda esa combinación de ingredientes me hizo sentir como si en verdad apenas empezara a vivir; sin embargo, después de comer 15 pizzas sin parar (y vomitarlas), ya no puedo evitar asquearme al pensar en una.

Segundo. La primera vez que vi un maldito amanecer casi se me queman los ojos, y todo por mi puta testarudez de querer verlo sin los lentes que me dieron para acostumbrarme a las luces (solares y electrónicas). Al menos a partir de entonces las uso cuando debo.