En voz alta

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Dile a tu dolor que ya no te duele.
Que al fin entendiste que las manos que creías que ayudaban a respirar solo te asfixiaban.

Dile a tus miedos que ya no te asustan.
Que al fin entendiste que la prisión donde te torturaban, era solo mental.

Dile a tus alas que ya no te pesan.
Que al fin entendiste que los grilletes que te pusieron nunca te impedirán volar alto.

Dile a tu cuerpo que la vida no es amarga.
Que al fin entendiste que cuando bailas bajo mis dedos todo se vuelve más puro e intenso.

Dile a tus ojos que no tienen que apartarme la mirada.
Que al fin entendiste que hay conexiones que jamás se quiebran, que permanecen eternas e inmutables con el paso del tiempo.

Dile a tus pies que no retrocedan.
Que al fin entendiste que cada paso que das hacia mi desnuda la ciudad y la hace estallar en un sinfín de colores neón.

Diles a todos que ya no quieres esconderte más.
Que al fin entendiste que llevas dentro millones de particulas que transformas en arte para bañarnos con el a los demás, que cubres de oro todo lo que tocas y no piensas parar.

IntrospecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora