Capítulo 19.

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Al cambiarme, salí y me coloque el medallón, escondiendolo muy bien en mi ropa.
Me puse algo cómodo porque iría a ver a Dohko para que me entrenará.

Salí del cuarto mirando a todos lados y al asegurarme de no ver a nadie, camine de puntitas hasta llegar a las afueras de la morada del Patriarca.
-Soy libre -dije entre susurros-

Retome con cuidado la caminata hasta la casa de Piscis y como era de esperarse, me lo encontré en su jardín.
-¿a donde vas? -preguntó sonriente-

-hola Afrodita, voy con Dohko

-pero, ¿y Saga?, se va a poner como ogro cuando sepa que te escapaste

-¡ah...!, ni me lo digas, parezco Rapuncel o Cenicienta ahí adentro

-después de todo eres una princesa para Saga -dijo mostrandome esa sonrisa-

-no lo quiero ser, me da miedo, ayer me grito porque le dije que me quería quedar contigo

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-no lo quiero ser, me da miedo, ayer me grito porque le dije que me quería quedar contigo

-¡eh...!, ¿que demonios le pasa?, nadie le grita a mi pequeña amiga

-pero bueno, dejalo esta de mal humor porque lo rechace

-después de todo eres la prometida de Hades, debe de entenderlo

-sí, espero resolver pronto este asunto, me iré a vivir con Hades

Justo cuando iba a responder, un tercero se hizo presente.

-señorita Seiya, el patriarca la busca

Volteamos a verlo y era Aioria. Mire con un poco de temor a Afrodita, hasta que me dijo:
-tranquila, no pasara nada

Asentí y volví caminando al lado del santo de Leo. Al llegar, Saga estaba en sentado en la silla del Patriarca.
-su ilustricima, aquí esta la joven

-gracias, puedes retirarte

Me quede viendolo preocupada, pues se veía aun más aterrador con esa mascara.
-Seiya pensé lo que me dijiste anoche y eh decidido dejar que Dohko y Mū se ocupen de tu entrenamiento

-¡eh...!, ¡eh....!, ¿en serio? -grité feliz-

-sí, después de todo Athena me tiene entretenido

-gracias Saga -dije al hacer una reverencia-

-pero deberás volver por las noches

-sí, sí, descuida, vendré puntual

Se levanto, se quito el casco y camino a mí. Luego tomo mi mentón y elevó mi rostro hacia él.
-me alegro que confíes en mí
Noté que comenzaba a acercar su miraba a mi, por lo que agache la mirada.

-gracias Saga

Esa mirada de felicidad que tenía se transformo en una de enojo.
-¿hasta cuando me aceptaras?

Mi terrible maldición (HADES/SHUN X SEIYA) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora