Rodrigo Herrera un empresario exitoso, se enamora de una joven mucho menor que él, ambos se encuentran tal para cual pero por más Que se separen el uno del otro, El Destino siempre hará lo imposible para unirlos.
Me levanté alrededor de las 5:30 a.m, otro día más, me mire al espejo notando mis gigantes ojeras que tornaban en mi rostro consecuencia de quedarme hasta altas horas de la noche por la gran cantidad de trabajo que tenía pero valía la pena era un prototipo de bloqueador solar donde nosotros demostraríamos que tanto ayudaba un bloqueador solar a la piel y en qué aspectos nos favorecía era muy importante para mi ya que mi proyecto fue escogido de mi facultad para ser expuesto hoy según ante tres especialistas importantes del país por eso mismo estaba muy orgullosa de mi y me la pase estudiando toda la noche, los especialistas aún eran incógnita para mi pero aún así daría lo mejor de mi, más porque el Doctor Alcazar quien prácticamente era la debilidad de todas las estudiantes en la facultad incluyéndome no lo niego, era un doctor muy reconocido italiano con raíces mexicanas, era muy apuesto pero muy reservado con sus asuntos personales, yo trabajo con el soy su "asistente" le ayudo con algunos documentos de la universidad o cosas así, es muy amigo de mis padres es por eso la confianza. (Foto de Eduardo Alcazar)
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