NOTA: Tardamos un poco en traer esta parte porque queríamos estrenar el capitulo 1 con la portada nueva, pero el HDP que tenia que tenerla hecha hasta hace dos días no la termino, fue un trato entre caballeros y el rompió su parte, nosotros cumplimos a tiempo pero el no. De igual forma esperamos que esta parte les guste. Me gustaría poner imágenes ilustrativas, la única manera que se mas o menos dibujar es en pixel art, si les agrada la idea comentenlo, de paso publicamos el capitulo 2.
"Persigue tus sueños" Eso me dijo mi madre cuando tenía siete años, quien diría que acabaría así.
En una ciudad pintoresca se asomaba el sol del alba, anunciando el fin de un día, próxima a la noche. En esta ciudad viven personasde diversas clases sociales, desde los amargados y alejados plebeyos hasta los más bonachones burgueses. Uno de estos plebeyos, Adom, se encargaba de "Tomar un Préstamo" a estos burgueses. En el barrio rico, en el ocaso, Adom se encuentra caminando por la carretera de piedra, iluminado por los faroles de gas, él era como un espectro que deambulaba en busca de algo. Y lo vio, una impresionante mansión, parecía tener por lo menos cuarenta habitaciones, además de posiblemente guardar una riqueza que podría competir con la del mismísimo Gobernador. Adom al ver aquel lugar tuvo la necesidad de visitarlo por un rato y llevarse uno que otro recuerdo de su estadía.
<<Vali ni siquiera se dio cuenta de que me lleve su dinero para pagar el pasaje del Dirigible hasta aquí>> pensó desvergonzadamente.
El portón de la mansión, de un color ocre brillante se encontraba frente a Él, no lo pensó ni dos veces cuando ya se encontraba trepando el mismo, lenta pero firmemente colocaba sus pies uno por encima del otro al trepar, una vez llego a la cúspide de un salto bajo al suelo. Ya estaba dentro, pero aún le faltaba infiltrarse en la casa. Dio un vistazo a su alrededor en busca de la mejor ruta posible, a la derecha vio un pequeño cobertizo, a su izquierda vio un jardín, bastante bien cuidado, Por ultimo al centro vio la enorme puerta de entrada, un color verde oscuro y con un llamador en forma de cabeza de lobo, tallado en bronce. Reflexiono la mejor ruta por un instante << ¿Izquierda o derecha?>> dio otro vistazo a sus posibles rutas, decidió tomar el camino de la derecha, por el lado del cobertizo, en cuclillas, Adom comenzó a desplazarse en aquella dirección, cuidando cada uno de sus pasos. Al llegar al cobertizo miro hacia delante para ver que había frente al cobertizo, era una sucesión de ventanas de las cuales escapaba la luz de dentro, ingeniosamente se pego a la pared para evitar ser visto desde dentro, se deslizo por ella como un pincel sobre un lienzo, pasando ventana tras ventana, a mitad de camino, tal vez por impulso o por confianza, echo un vistazo dentro, solo para no encontrar a nadie. Estupidamente rompió la ventana de un codazo, se detuvo a pensar lo que habia hecho, cuando su mente comenzó a procesar la fuerza del impacto ya estaba sosteniendo su boca para evitar gritar << ¿Por qué hice eso?>> tras sobrase un poco deslizo la ventana para abrirla y con lágrimas en los ojos entró, la casa era bastante elegante y estaba muy bien cuidada, el piso reflejaba todo por encima de el, lastima que se ensuciaría con el calzado de Adom. Lo primero que hizo fue buscar en los sitios más preferidos para guardar cosas de valor que tenían la gente adinerada, pues Adom ya conocía bien esos escondites de sus otras visitas a otras casas y la mayoría usaban los mismos; detrás de un cuadro, dentro de un mueble, algunos pensaban que los ladrones eran demasiado estúpidos como para entrar a sus casa así que ni se preocupaban en esconder su dinero, como en este "afortunado" caso, para suerte de Adom y mala para los dueños de la casa. Recorrio las galerías con asombro, cada vez que veia un cuadro se detenia a observarlo, parecía descabellado pero a Adom le encantaba el arte, tal vez eso lo llevaba a meterse en casas ajenas, ya que el robo era un arte para el. Recorrio cada esquina de la casa buscando algún mueble que resaltara por encima de los demás, hasta una buena caminata lo encontro un pequeño cofre de madera, encima de un bello mueble con un espejo, se acercó a abrirlo y su mirada resplandeció, había joyas y collares de alto valor, pues Adom había estudiado bastante del tema para que cuando la ocasión lo amerite el sepa por cuáles de las joyas y de los collares le pagarían mas. Tomó todo lo que pudo guardar en sus bolsillos y se fue de allí, acomodando todo, para que no se notara que alguien había entrado, de lo cual luego pensó que había sido para nada porque había roto la ventana y su calzado manchado el suelo, se golpeo la cara con frustración <<Idiota...>>, salió por esa ventana que le habia hecho llorar, y subió el portón con mucho cuidado de que no se le caigan los recuerdos que había tomado de su viaje por la mansión. Apenas tocó el suelo con los pies, comenzó a caminar hacia un callejón frente a el, para luego salir por otro hacia, recorriendo los lugares mas recónditos de aquella bella ciudad, el aeródromo estaba, ansiaba llegar a su casa y dormir en su cama. Llego al aeródromo, un lugar similar a un gran estadio del cual despegaban enormes dirigibles cargados de personas. Espero en la fila para subir al dirigible, o como él le decía "el barco volador", pues literalmente era un barco que se elevaba en los cielos gracias a un globo gigante que era impulsado por el aire caliente y unas turbinas por detras.
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Los Dioses No Mueren...
FantasiaLas personas en el mundo viven normalmente su día a día. Grandes historias han pasado a lo largo de las eras por este mundo, historias de valentía, historias de sacrificio, historias de heroísmo. Nuestro protagonista es un fiel seguidor de estas his...