┊⿻TRILLIZOS [TAEGI]

『Capitulo XXV』

¿OPORTUNIDAD?

—¿Hablar?—Repite Taehyung mientras lo observa con detenimiento, recorre disimuladamente su cuerpo y después finge desinterés por él.

Tata se sonroja cuando nota la mirada de YoonGi posarse en la decoración de la casa, las rosas y las velas.

Oh, se siente tan avergonzado porque en realidad sólo quería charlar.

—Joven Min, pase, está en su casa. —Le dice Vante al muchacho rubio, él asiente y termina por entrar a la enorme residencia.

—Gracias, profesor Vante. 

Tata se asegura de acomodarse bien el saco tan costoso que compró, después de todo lo hizo para verse bien ante los ojos de su crush.

—YoonGi, siéntate y cuéntanos eso tan importante que tienes por decir. —Expresó el CEO con seriedad, se cruzó de brazos y le miró esperando su respuesta.

—Es que..yo, bueno..

Los tres hermanos tenían la mirada puesta sobre YoonGi, únicamente lo ponían más nervioso y quería huir ya mismo.

—Yoonie, sabes que puedes tenernos confianza. —Exclamó el rosáceo con preocupación mientras se sentaba al otro extremo del sofá. —No le diremos a nadie, puedes estar tranquilo.

—Eso es cierto, Joven Min. Cualquier problema que usted tenga, no dude en que mis hermanos y yo daríamos todo por ayudarle.

YoonGi suspira aún más nervioso cuando Tata lo mira así de angustiado, igual que también su profesor.

—Yo..realmente me siento avergonzado por lo que voy a preguntar pero es necesario ya que no quiero problemas. —Les dice el rubio jugando con sus manos, Taehyung coloca toda su atención en la manera tan rara que actúa aquel chiquillo.

—¿Estás bien? Sólo habla ya. —Habló el pelinegro un poco tosco, Tata frunce el ceño mientras le dedica una mirada de muerte a su hermano por intimidar al rubiecito.

—Hyungs, ¿alguno de ustedes está interesado en mí? Sé que es un poco tonto..pero yo, uh bueno quería saber..

La suave risa de Tata termina asustándole, ¿acaso se burla de él? ¡Diablos! Probablemente Jungkook tiene razón y él malinterpretó las cosas, dios, que la tierra se lo trague.

—Bomboncito, la pregunta ofende. —Exclamó el menor de los trillizos con un puchero entre sus labios, se acerca con entusiasmo hasta YoonGi y posa sus labios en aquella naricita de botón pero no se salva del manotazo que le da el rubio.