Capítulo I: Remodelación

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"Todo el mundo es un escenario y un escenario es un mundo de entretenimiento"

Reingresando al hotel después de aquella pequeña demostración de poder, los integrantes del ahora renombrado Hazbin Hotel, regresaban a sus respectivos lugares, aun había cosas que debían concretarse, después de todo, ahora habría una reorganización del Hotel.

- Bien querida, es obvio que debemos hacer algunas remodelaciones a este lugar- comento el demonio radio, mientras la pequeña Niffty comenzaba a limpiar los alrededores con velocidad.

- Ah bueno... es cierto, este hotel era una de las propiedades de mis padres- miro un poco avergonzada la princesa del infierno – pero... no tengo los fondos necesarios para hacer una remodelación... más adecuada-

- La presentación en "666 News" era fundamental para ese tema, encontrar socios que apoyaran la idea, pero gracias a la gran ayuda de Angel Dust – dijo Vaggie mirando de reojo al demonio araña- solo quedamos en ridículo-

- Ya se los dije, estaba ayudando a una amiga, es una cualidad de redención, no te enojes nena- le mira divertido el demonio araña

- Puedes cerrar tu puta boca – el humor de Vaggie con Angel Dust era explosivo por completo-

- Veamos si puedes cerrarme, nena – bromeo de manera coqueta como siempre- lastima que te falta lo más importante allí abajo- dijo mirando la entrepierna de la peliblanca

- Voy a matarlo, este puto cabron hijo de perra – gruño entre dientes

- Chicos ya basta, es mejor olvidar ese incidente, mejor veamos como atraer a los demonios aquí -

- Bueno querida, como nuevo organizador de ideas en este lugar, debemos hacer que este Hotel sea la cúspide del mejor entretenimiento de todos – dijo Alastor pasando su brazo por los hombros de Charlie- y para eso, debemos hacerlo acogedor pero a la vez elegante- dijo ensanchando su conocida sonrisa- es más- chasqueo los dedos y en menos de un par de segundos las paredes y muebles del hotel comenzaron a cambiar y acomodarse en un dos por tres- cuenta como un segundo favor reacomodar las cosas por aquí- miro a Charlie, dedicándole otra sonrisa aún más grande- entonces, ¿Qué oponías?

La princesa del infierno no cabía en su propio asombro, realmente era impactante lo que el poder del Demonio radio podía hacer, pero a la par de asombroso era misterioso, daba paso a un sin número de preguntas que no daban respuestas, lo que había visto afuera del hotel luego de que Alastor derrotara de una manera tan fácil a Sir Pentious, simplemente fue cuestión de segundos, y definitivamente una muestra mínima de su verdadero poder, Alastor era alguien que definitivamente debía tener en su mira.

- Realmente me asombras Alastor, es increíble lo que puedes llegar a hacer-

- Y eso que aún no has visto lo mejor de mi querida- sonrió mientras, la abrazaba por los hombros- Ahora demon belle, queda por definir un par de sencillas cosas, atraeremos a todos esos pecadores con algo de clase y encanto, hay que darles un poco de lo que piden para luego hacerlos caer hacia un abismo infernal de fracaso – sonrió con orgullo ante esa frase- o mejor dicho, a su redención – camino separándose de la muchacha

- Alastor, aunque no estés cien por ciento seguro de la redención, aún hay pecadores que pueden salvarse, pero tienes razón, necesitamos atraerlos con algo nuevo- siguió al pelirrojo hasta perderse en uno de los pasillos

Vaggie intento seguirlos con rapidez, no confiaba en lo absoluto en ese sujeto, pero Charlie tenía sus ideales, aunque le advirtiera de ese poder, ella ya había tomado su decisión, y como tal... debía respetarla, después de todo, ella siempre estaría para Charlie, teniendo esos sentimiento por ella, jamás podría decirle que no.

El resto del día fue solamente planificación de las nuevas estrategias para atraer a los demonios, Charlie vía todo con buenos ojos, su proyecto de redención iba a funcionar, estaba plenamente confiada, las nuevas remodelaciones le deban un nuevo toque al Hotel, y con Alastor ayudando con su "particular" manera todo iba a resultar, su entusiasmo regresaba conforme veía los avances, su alegría lograba hacer que Vaggie sonriera como siempre, aun con un deje de preocupación, pero aun así brindando su total apoyo

Desde un lugar remoto del Hotel, cierto demonio radio solo miraba las actitudes de todos con una sonrisa. Había logrado entrar en la confianza de la joven princesita del infierno, después de haber observado ese fiasco en televisión, sabía que acercarse a ella y lograr su objetivo sería algo sin duda fácil de lograr.

Desde que había llegado a este mundo su sed de poder y de sangre solo habían logrado aumentar, los asesinatos de su vida pasada habían sido un mero show de niños comparado a la destrucción de grandes demonios del infierno que habían sido amos de esos lugares por centenares de años, incluso siglos, pero todos y cada uno habían caído ante su poder y su sadismo, el poder que se encontraba dentro de él era algo que sin duda todo el mundo recordaría, ya que uno por uno fueron cayendo los así poderosos Overlord, todos y cada uno cazados como las presas de gran valor que orgulloso había logrado adquirir, pero ... a pesar de ese gran poder que el ostentaba, muy a su pesar, reconocía el poder de otros Overlord, pero más que ellos, el poder de todo los 9 círculos del infierno caía en tres particulares individuos.

Lucifer Magne, rey del infierno, supremo gobernante de todo, el arcángel que intento conquistar el cielo en una guerra contra Dios, cuyo resultado fue ser arrojado al infierno, ya con esa simple presentación sabía que no era un tipo al cual se le debía juzgar, teniendo una apariencia delgada y tes blanca, al igual que su hija, mejillas sonrojadas, y una personalidad que más bien podría definirse como "tonta", no era alguien con el cual se pudiera jugar, no, Lucifer podría aparentar ser muchas cosas, pero a fin de cuentas, era el demonio que más poderío ostentaba en todo este abismo infernal, declararle la guerra a un demonio era una cosa, pero declarle la guerra al mismo Dios, solo pocos podrían hablar de aquello, y Lucifer era uno de esos pocos, no solo tenía la fuerza y aptitudes de un demonio, sino también, el de un arcángel, un ser creado a la imagen y semejanza de Dios, simplemente por esas cualidades podía ostentar el título de rey sin problemas.

Lilith Magne, la reina del infierno, una Overlord poderosa, la primera mujer creada por Dios, creada de arcilla junto con Adán, no acepto ser sometida por los deseos de ese hombre, habían sido creados de igual forma y por ello estaban en una posición de igualdad, al no estar dispuesta a renunciar a su independencia ella abandono el paraíso del edén, por consecuencia, ella decidió darle "la espalda a Dios", su propio creador la Demonizo, pero en vez de ser una deshonra ella lo acepto. Madre de los súcubos e íncubos, Lilith era una demonio imponente, de extrema belleza, la cual era un arma mortal, la reina del infierno que no se dejaría amedrentar por nada ni nadie, el mismo Dios lo había experimentado, la madre de los demonios, ella era la pareja perfecta para el rey, una pareja que juntos gobernaban el infierno con absoluto imperio.

Estas dos entidades eran los gobernantes del infierno, poderosos Overlord que no dudarían en enseñarle su lugar a nadie. Ahora, ¿que se obtendría de la mezcla de estos dos seres?, esa respuesta era aparentemente sencilla, un demonio con espectaculares habilidades, una fuerza que no podría igualarse... Charlie Magne, princesa del infierno, hija de Lucifer y Lilith, ella era un misterio que sin duda Alastor estaba interesado en resolver, o mejor dicho, un misterio que él quería tener, la princesa del infierno que se veía como un pequeño ángel fuera de lugar, pero que dentro suyo habitaba ese inmenso poder heredado por sus padres, ella guardaba en su interior esa abismal fuerza, de las pocas veces que había aparecido en público, ella lograba mostrar algo de ese ser dentro suyo, el pensar que dentro de ella se ocultaba algo más que simple buenos deseos, hacía que Alastor se entusiasmara, que todo dentro de su ser exigiera reclamar ese poder, como fuera posible, ganándose su confianza, reclamar una deuda, hacer un trato con ella, o... simplemente tomarla y hacerla sucumbir ante el... Alastor era un buen cazador, le gustaban los juegos, y dentro de esas dos cosas tenía algo en común...

...El jamás perdía...

Sigan sintonizados ;) 

My Infernal DeerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora