Jimin respiró profundo y agitó sus manos, mirándose en el espejo del pasillo principal y acomodando su traje oscuro junto con su corbata.
Estaba nervioso. No, estaba ansioso.
En esos días, Jungkook no le había dirigido la mirada, y lo entendía, Jimin se había enojado con él y le había dejado allí solo, pero creía comprender el porqué de la obsesión del azabache con su hermano y él pero, Jimin también sabía que Jungkook no tenía por qué ignorarle lo que restaba de la semana ya que serían pareja de baile y sería incomodo si le siguiera ignorado o si le dejara plantado.
¿Y si lo dejaba plantado?
Jimin se puso histérico, ¿Qué pasaría si Jungkook de verdad ya ni siquiera quería estar con él, si no quería bailar con él o verle a los ojos?
Jimin se sentiría la peor persona del planeta.
—Te ves bien. —dijo el padre de Jimin acercándose a su hijo ya listo—¿Seguro que no quieres ir conmigo, qué pasa si el chico no viene por ti?
—Él vendrá, lo sé. —respondió tratando de convencerse a sí mismo.
¿Lo haría?
—Está bien hijo, entonces yo me voy. No vemos en la universidad. —respondió su padre acercándose a su hijo y depositando un beso sobre su frente—Si no viene por ti en media hora, entonces me llamas y mandaré a alguien que venga por ti, y también a alguien para darle a ese Jungkook su merecido. —Jimin rió y negó.
—No será necesario. Lo haré padre, te llamaré si no viene. —el hombre asintió y se dio la vuelta para salir de casa.
Jimin se quedó mirando la puerta de madera por unos segundos, mordiendo su labio y mirando su celular. ¿Debería llamarlo? Se preguntaba sin saber qué hacer. Se sentó en uno de los sofás de cuero y apoyó su cabeza en el respaldo, respirando hondo. Cerró sus ojos y se acurrucó en el sofá.
Solo quedaba esperar.
Y así lo hizo, pasaron veinte minutos, media hora y cuarenta minutos después. Cuarenta minutos y Jungkook no llegó, nunca llegó.
Jimin miró el reloj y sonrió falsamente.
—Solo faltan diez minutos para la coronación y el último baile de la noche. —rió secamente—Así que él no quería verme de verdad...
Su celular sonó y miró la pantalla, era su padre.
Se levantó y se estiró a punto de tomar su célula y apretar "Contestar" pero justo en ese momento el timbre empezó a sonar con desesperación asustando a Jimin y haciéndole saltar en su lugar.
Jimin apretó el botón de contestar y pegó su celular a su odio mientras caminaba hacia la puerta principal.
—¿Qué ha pasado Jimin? No ha ido por ti, ¿Verdad? O es que te has escapado. —la voz del hombre se escuchaba enojada y cansada.
—No, padre, Jung-
Y entonces pasó una vez más.
Su corazón solo pudo latir con emoción y sus manos solo pudieron temblar de la felicidad al verle. Jungkook allí estaba, en vivo y en directo frente a su puerta, con un traje gris y con corbata color vino, del mismo tono que la de Jimin, con su piel sudada y jadeando del desconocido cansancio.
—¿Jimin? ¿Estás ahí? —preguntó la oz a través de la línea.
—Vamos en camino, padre. —colgó la llamada soltando un suspiro y aclarando su garganta—¿Por qué tardaste? Pensé que no vendrías.
ESTÁS LEYENDO
ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ ❈ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ❈
FanfictionEnamorase no estaba en los planes de Jungkook. •ADAPTACIÓN Esta historia no me pertenece todos los créditos a la autora original @nattxn ♡ Tengo el permiso para adaptarla.