Capítulo 22

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Jungkook disfrutó de su aroma. Sus brazos rodeaban el cuello de Jimin y éste disfrutaba de la calidez del azabache, de cómo le decía que todo estaba bien, que ya había pasado y no volvería a pasar por lo mismo, que Ren no le haría daño, no mientras él estuviera cerca suyo.

Jin había logrado convencer a Jackson que sería una buena idea elegir a las parejas al azar, y como Jin y Jimin habían planeado, al final el menor había sacado los papelitos de Jungkook y el susodicho, así logrando su cometido.

Los chicos habían hecho una fogata, era de tarde y pronto el sol se ocultaría, necesitaban luz y calor, después de todo era invierno y el frío les ganaba. Durante ese momento, todos habían platicado y jugado, riendo con entusiasmo y peleando por los últimos bombones. Jackson por su parte estaba alejado de los demás, sentado bajo un árbol mientras escuchaba música con sus audífonos. Jungkook y Jimin estaban sentados juntos, sin hablar, únicamente reían de vez en cuando y se compartían los bombones que habían separado de los demás antes de que se los acabaran.

—¡Creo que acabo de ver una serpiente pasar por mis pies! —exclamó Hoseok corriendo hasta donde se encontraba Jackson, con una expresión de terror en su rostro. Todos rieron—¡Ya verán cuando les pique y se mueran, no les ayudaré!

Yoongi se levantó y caminó hacia el lugar de su amigo—Es solo una rama Hoseok, ¿En serio?

—¡Se movió! —todos rodaron los ojos y Youngjae tomó a Hoseok del brazo para convencerlo de regresar a su lugar.

Jungkook negó con una enorme sonrisa en su rostro. Volteó y miró a Jimin el cual se encontraba mirando hacia Jackson, con su mejilla apoyada en la palma de su mano, casi le podía escuchar suspirar de pena y podía sentir un leve nerviosismo en él.

—¿Por qué no vas con él? —Jimin salió de su trance y miró a Jungkook que también observaba a su hermano.

—No, está bien. Jackson ha de querer estar solo, no lo iré a molestar.

—Vamos, eres su novio, nunca podrías molestarle. —Jimin asintió y apartó la mirada.

—Ven. —dijo y tomó el brazo de Jungkook, arrastrándole hacia la casa de campaña que les correspondía—Ellos caerán en cualquier momento, han bebido demasiado alcohol.

El menor no dijo nada, solo se quedó callado y se dejó guiar por Jimin. Al entrar a la casa de campaña –la cual era posiblemente el triple de grande que una normal-, el par de jóvenes se sentaron sobre sus respectivos sacos de dormir.

—¿Quieres un bombón? —preguntó Jimin sacando una bolsa entera de los malvaviscos con una sonrisa burlona.

—¿Es en serio Park Jimin? ¡Con razón se habían acabado rápido, tú te robaste una bolsa entera! —Jimin rió y saltó sobre él para taparle la boca con una de sus manos—Suelbtablme. —trató de pronunciar mientras Jimin le cubría.

—Silencio, ellos podrían escucharte y son como gorilas hambrientos. Me matarían. —Kook rodó los ojos y Jimin le picó el estómago antes de apartarse y acomodarse de nuevo en su lugar.

—Exageras. —miró la bolsa de malvaviscos y se la arrebató—Dame unos, engordarás si comes todos. —Jimin rió y le sacó la lengua—Eres mayor que yo y eres demasiado infantil, ¿No tuviste infancia?

—Tuve una infancia maravillosa para tu información, tener veintitrés años no quiere decir que no pueda divertirme, soy muy joven aún. Y no engordaré, siempre como mucho y nunca engordo, soy de complexión delgada. —frunció su ceño—Igualmente, esté gordo o no me querrías, ¿Verdad?

Jungkook se quedó callado y se metió dos bombones a la boca de golpe.

—Puede, puede que no. Si te digo que sí puedo estar mintiéndote, pero si te digo que no, puedo estar diciendo mentiras por igual. Nunca sabrías cual es la verdad. —Jimin le golpeó el brazo y le arrebató la bolsa con una sonrisa juguetona.

ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ ❈ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ❈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora