Sus alas revoloteaban como las de un pájaro, ciertamente eran el símbolo de esperanza y libertad que existe en el mundo, así que su deber era portar aquellas alas siendo una parte de la Deidad.
Su destino era el Reino de los cielos, pero aquel ángel llamada Gajeel hizo una parada en un lugar un poco distante de su parada original.
Natsu, quién hasta cierto punto no entendía el porque de su cambio de planes, se limitó a seguirlo en silencio. Ni bien el mismo pisó tierra firme, recibió un puñetazo en el estómago por parte de su colega.
— Agh, ¡¿Que fue eso?!.— cayó al suelo mientras el dolor en su estómago disminuía pero a la vez era hasta cierto punto muy doloroso.
— Lo que te mereces. Se supone que eres el sucesor del Rey de los cielos, que la Deidad perdone las palabras con las que me expresaré, pero, ¿Qué diablos crees que haces? No lo comprendo, de un día para otro cambiaste y tus pensamientos parecen estar claramente en otro lado que no sea tu gente. ¿Que te pasa, Natsu?
—...— se mantuvo en silencio.
Hasta cierto punto era cierto, su cabeza estaba en otro lado, últimamente no se podía concentrar bien con nada, siempre que habían reuniones importantes él estaba ausente, por el simple hecho de querer demostrar algo que tal vez ni siquiera existía. Quería saber más de su pasado, su niñez, pero mientras más buscaba en sus memorias, más imposible veía una salida a todas sus preguntas.
— En primer lugar, no creo que a la Deidad le guste tu forma de expresarte.— dijo levantándose mientras su mirada no se despegaba de su colega.—en segundo lugar, creo que no te incumbe.— tenía tantas ganas de contarle cómo se sentía, pero sus preocupaciones no eran las de otra persona más que de si mismo.— y por último...
— ¿?.
¡Pam! Un puñetazo en el estómago de Gajeel resonó, fue tan fuerte que incluso me atrevería a decir que casi perfora su estómago.
Gajeel se quedó sin aliento, olvidó que por algo aquel ángel que tenía en frente era el sucesor de Rey de los cielos.
Natsu Larcade, más conocido como el ángel de la justicia de fuego. Era un ángel que poseía un extraño poder, fuego, ciertamente se reconoce al infierno por el fuego, pero este ángel lo utilizaba para erradicar el mal del universo. El ángel hasta ahora más poderoso.
Gajeel era sin duda fuerte, pero hasta un punto en donde Natsu lo sobrepasaba, aunque quería negarlo. ¿Como pudo pensar por un momento en desafiarlo? Sin duda hubiera quedado por lo menos una costilla rota.
— Basta, Gajeel, no me hagas tantos halagos.— se burló Natsu, ya que sí, puede leer los pensamientos.
— Que la Deidad me libre de todo pensamiento que esté lleno de pecado.— pidió Gajeel mientras se levantaba del suelo para salir volando y ser seguido por Natsu.
La relación de ellos no era mala, pero tampoco era de las mejores ya que existían unas que otras diferencias que tal vez eran muchas.
Volaron hasta llegar al Reino Celestial, donde a lo lejos se pudo divisar a Igneel.— Gajeel, Natsu, tardaron mucho.— dijo el líder de los cielos con cierto tono de molestia y el ceño fruncido.— Pero eso ya no importa, ahora tengo que hablar seriamente contigo, Natsu.
El citado ni siquiera se inmutó, incluso sentía que no tenían nada de que hablar, claro, si hablaban de como iba su familia.
— Está bien, señor Igneel, yo me retiro para que puedan hablar con tranquilidad.— intervino Gajeel y tal como lo dijo, desapareció del lugar.
— ¿Que sucede?...— preguntó curioso.— ¿Hay algo de lo que debamos hablar?— La guerra, de eso te quería hablar.— dijo para así cruzarse de brazos.— Hijo, estamos en una situación crítica, cada día se encuentran más víctimas de los demonios, están jugando con el mundo como ellos quieren y desean, están comenzando a creer que el mundo les pertenece, que nadie los detendrá.
— Se directo, padre.
— Ellos, nos propusieron "jugar"...
¿Jugar?
— Lo llamaron cacería, están dispuestos a dejar a los inocentes de lado a cambio de tener un duelo, nos pidieron que enviáramos a los mejores guerreros celestiales y ellos mandarán a sus demonios, aún no sé algo más a fondo sobre esto, pero por lo tanto enviaremos a un equipo como distracción... Y tú estás incluído.
— ¿Yo?, Estás consciente de que mandas a tu hijo a un suicidio total, ¿Verdad?.— Sé que eres fuerte hijo mío, y por eso mismo debes de ir, deja el nombre de los dioses y ángeles en alto, demuestra quien está en la cima de la cadena alimenticia.— se acercó y apretó los brazos de Natsu con cada palabra que salía de su boca.— Eres mi orgullo...
Mentira
— ... además, se dice que los demonios vendrán con mucha fuerza, que hay que tenerles miedo, especialmente a una de ellas...— ¿A quién?
— Lucy, Lucy Fernanda, dicen que es muy fuerte, tal vez un digno rival para tí ahora que estás aburrido, ¿No crees?.
Pov Natsu.
Aburrido, más que aburrido estoy frustrado.
Todo estaría mejor si supiera la verdad, si tan solo pudiera encontrar respuestas a mis preguntas sin sentido...Lucy, un bonito nombre para ser un demonio, tal vez me ayude a distraerme un poco...
[...]
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T E A M A R É P O R S I E M P R E [ Editando]
RandomSólo tengo una pregunta... ¿Los dioses y demonios existen o existieron? .... Una guerra de hace millones de años buscando tener una libertad y gloria absoluta, simple, sólo eso. O eso es lo que pensaron. - ¿No tienes valores, basura? Sólo quisiera...