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Se encontraba mirando el techo de su habitación, mientras las gotas de lluvia caían rudamente contra su ventana, envuelto en ovillo con su cobija.

Pequeños pero gruesos ríos salados caían por sus frías mejillas, su cabello mojado junto a su ropa y sus zapatos.

Lentamente se levantó de su cama, su cuerpo dolía, dirigiéndose a su gran cocina a través de la perpetua oscuridad de su hogar, chocando varias veces con las paredes al dar la vuelta, pero esos golpes dolían menos que el hueco donde antes existió un corazón, uno que sintió tanto como tú o como yo.

- ¿Mickey, amigo estás ahí? - Ya se encontraba en la cocina, la luz aun no volvía pero no era incomodo, de hecho bajo todos los apagadores para que cuando volviera la luz, los focos no se encendieran y le molestaran - Ven pequeño ..

Mickey era su único amigo, un pequeño perrito blanco con manchas marrones, quien a su llamado no atendió, recibiendo de su dueño un un bufido.

Ya había pasado la lluvia, pero él seguía viendo el oscuro cielo, que poco a poco dejaba ver a las tímidas estrellas, pequeñas pero brillantes.

- ¿Mickey ... ? ¿Crees que las estrellas se sienten solas? - Preguntó al Shih Tzu que estaba recortado a su lado, quien solo le dio como respuesta un ronquido- ¿Te dormiste? ... Eres el colmo ...

Su vida era una mierda, si lo era, pero sí tenía a su fiel amigo, nada le haría falta y su perro valía más que ese chico de hermosa sonrisa del cual se enamoró, por el cual estaba sufriendo.

Su vida era una mierda, si lo era, pero sí tenía a su fiel amigo, nada le haría falta y su perro valía más que ese chico de hermosa sonrisa del cual se enamoró, por el cual estaba sufriendo

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flashback

Iba caminando emocionado, hoy era un día especial, le diría a jungkook que sí aceptaba ser su pareja para el baile de fin de curso, estaba tan emocionado que incluso entró a la cafetería donde lo citó el chico con felicidad , había llegado media hora antes para darle una sorpresa, por desgracia nuestro protagonista no estaría feliz por mucho.

Ahí estaba, abrazando delicadamente a otro chico, tomándolo por la cintura, uno pensaría que solo fue un error, pero su mundo se destrozó cuando escucho a Jeon decir lo siguiente:

- No te preocupes, Jung no lo sabrá, está lo suficientemente enamorado de mi como para siquiera pensar en abandonarme, además, soy la única persona que lo invitó al baile, no puede arriesgarse a ir solo, sería más ridículo de lo que ya es.

Quería llorar, ese no era el lindo, tierno y atento jungkook que conocía, tal vez nunca lo fue, tal vez solo lo engaño, jugó con él pequeño de una manera despiadada, inhumana.

- No digas eso kook, Hoseok es una gran persona, no deberías tratarlo así, el no te ha hecho nada.

Esta vez hablo el chico entre los brazos del mentiroso, tenía una mejillas abultadas, labios rojizos y esponjosos, su cabello de color rosa y su cuerpo; perfecto, con sutiles curvas, en cambio el propio era más parecido al de una bella dama, fácilmente podría hacerse pasar por su hermana mayor, como cuando eran niños, momentos tan graciosos.

His armsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora