🥀˗ˏˋ no, no eres mi otra mitad ˎˊ˗║ʀᴜꜱᴩᴇʀ║(Proceso)

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Las horas pasaban, minuto tras minuto, esperando a que esa persona regrese, deseando que la soledad no se convierta en su compañera. La carta que se encontraba en sus manos era el causante de su situación, unas simples palabras que fragmentaba su corazón.

"Te amo"

Ni una palabra más, era todo lo que decía en la carta, ¿Qué significaba esto?, ¿un adiós? ¿un hasta pronto? ¿una nueva vida?, hace apenas ayer el azul de esos ojos le miraban con amor y hoy se habían marchado sin sospecharlo, ¿Se cansó de el?.

De que le servía un celular si no podía contactarlo, tener a Usa era todo lo que necesitaba, sin él no sabría cómo mantener el hilo de la cordura intacta, era una persona cruel y amable, brindarle el más puro amor y luego dejarle en una insípida soledad.

Pero el lo esperaría, hasta el final de sus días, aunque el místico tatuaje no apareciera en su cuerpo, estaba seguro que Usa era su alma gemela, no había otra persona en su corazón y no necesitaba a nadie mas.

Con movimientos torpes Perú camino hacia su ordenador, sus ojos que lucían cansados parpadearon ante la luz que proyectaba la pantalla, ingreso a una pagina y comenzó a buscar un trabajo, si pensaba buscar a Usa primero tendría que valerse por si mismo. En realidad Usa nunca le dijo a Perú acerca de donde sacaba tan fuerte cantidad de dinero para ambos, pero tampoco quería indagar sobre eso, el confiaba plenamente en este.

Su mouse se detuvo cuando encontró una publicación llamativa, una cafetería acababa de publicar un anuncio de puestos para mesero, Perú en realidad no quería trabajar de esta manera, pues aborrecía el contacto social, sin embargo los puestos de trabajo que encontraba eran escasos, y este para su propio beneficio poseía todo el perfil que necesitaba la empresa, por ello no dudo en tomar esta oportunidad.

Se alejo de la computadora y tomo su celular con la esperanza de encontrar algún mensaje o llamada de Usa, al momento de desbloquearlo la decepción surgió en su pecho, la bandeja de entrada se encontraba vacía, no pudo evitar sollozar, un dolor punzante atravesó sus entrañas, y sus pensamientos negativos empezaron a tomar las riendas. 

—joder... ¿por qué?—

Se sentía cansado, había sucedido muchas cosas en estas ultimas horas y su cabeza estaba comenzando a doler, quería dormir pero las pesadillas podrían volver a el, y esta vez no tendría a Usa para afrontarlo.

Con cuidado Perú se levanto del escritorio y camino por los pasillos que conducían hacia la sala, el apartamento se encontraba muy silencioso y sombrío, cuando llego hasta la sala principal que conectaba con la cocina, Perú se detuvo delante de un retrato, esta persona compartía rasgos similares con Perú, se parecían demasiado, la sonrisa que proyectaba el retrato daba un sentimiento de nostalgia, ¿Y como no? si pasaron 5 años desde que México, el hermano de Perú murió.

Perú nunca supo como murió, ni siquiera Usa quiso decirle la causa de muerte de su querido hermano, simplemente al momento de levantarse del coma le informaron que México murió, el resto de su familia guardo un sepulcral silencio cuando pregunto por ello.

La vibración de su celular saco de sus pensamientos al peruano, pensando que era Usa tomo rápidamente la llamada, sin embargo, al otro lado de la llamada se escucho la voz de una joven.

—¿Con el señor Perú?—

El blanquirrojo dudo en confirmar su identidad, sin embargo decidió confirmarlo, de todas maneras no tenía mucho que perder.

—Esta hablando con esa persona —

La señorita no se inmuto ante las palabras poco amables del peruano y continuo. 

—Le llamo desde la empresa de cafetería a la cual se presentó, debido a un contratiempo se tuvo que adelantar su inicio de empiezo laboral, no se preocupe, le pagaremos por ello —

Perú realmente no sabia si reír o llorar, se encontraba mal emocionalmente y ya tenia que empezar a trabajar, quería negarse pero al final terminó aceptando pues no quería quedarse en el oscuro departamento.

—Me puede decir la hora a la cual tengo que ir?

—A las 5:30 pm si no es problema 

—De acuerdo, estaré ahí

Perú sin mas tomo las llaves del departamento, su celular y un abrigo, luego procedió a salir de la ya silenciosa habitacion, sin apresurarse y con un paso silencioso recorrió las calles heladas hasta poder encontrar una linea que le lleve cerca de la dichosa cafeteria.