VI

49 8 2
                                    

—Adelante, iré por mi bolso y podremos irnos.

Lo que podía ver de la casa una vez dentro, era bonito, a decir verdad sólo podía ver ese pasillo, pero el color blanco siempre le había parecido un color lindo.

Yeri se veía bonita como la primera vez, siempre vestía ropa negra, la cual resaltaba el color de su piel y le daba un toque elegante, sí, definitivamente quería conocerla un poco más y no sabía, tal vez salir con ella.

—¿Ya te vas enana?... ¿Florecita?...

Y había comenzado a sudar, no se suponía que ese chico estuviera en esa casa, lo sabía, Yeri y él eran primos, pero, ¿Vivían juntos?...

—¿Qué te ha dicho la tía Park sobre los sobrenombres? ¡Y ponte una camisa, no seas un puto asco!

El universitario simplemente se puso una hodie que por alguna razón estaba convenientemente tirada en el sofá del salón y salió de casa, se subió a la motocicleta ya conocida por Woong y le dio una última mirada con una indescifrable sonrisa.

—Lo siento... No se suponía que vieras todo esto.

Pareció que reía avergonzada.

—No te preocupes, son cosas que pasan.

El le dio una sincera sonrisa haciendo sus ojos achicarse un poco más, después se fueron a la cafetería que Yeri propuso y en las mesillas de afuera tuvieron una larga y amena charla, donde descubrió que ella vivía en casa de su primo porque sus padres habían fallecido cuando ella era muy pequeña, así que la hermana de su padre decidió criarla como una hija.

Aunque siempre supo que en realidad era su tía, ella la quería como a una madre.

Pronto, y entre risas se hizo tarde, así que ellos decidieron terminar su encuentro antes de que esas nubes pintadas de gris terminaran por empaparlos.

—Hasta luego.

Woong sonrió, había sido una muy bonita primera salida con ella, no quería llamarlo una cita porque aún estaba probando el terreno, tal vez de un día para otro ella no querría saber nada de él, iría con calma, cosa que definitivamente no sintió, luego de que esa moto se parara justo frente a él en un arrebatado y torpe movimiento.

—¿Te vas a casa?, si quieres podría llevarte, después de todo, no te agradecí por haberme acompañado en la carrera.

Bien, era su momento, tenía que demostrarle con quién estaba hablando y decirle que preferiría esperar media hora el autobús antes de subirse de nuevo a esa cosa.

Pero... ¿Qué había sucedido?, Woong ya estaba encima del asiento de atrás.

—Y... ¿Vas a decirme hacia dónde o...?

—Lo siento..

Woong le indicó el lugar y dudoso con sus manos, simplemente sujetó un poco los costados del chico.

—Parece que está vez no estarás a punto de caer al suelo.

Se burló de lo que había sucedido ese día y simplemente arrancó el vehículo, esta vez no iba a toda velocidad y se sentía más bien cómodo, era un milagro para Woong. Al llegar al destino Woong le agradeció por haberlo llevado.

—No es nada florecita, deberías acompañarme en las próximas carreras, parece que somos un buen equipo.

—¡¿Estás loco?!, ¡yo casi muero encima de esa cosa!—Señaló la motocicleta negra. —Y otra cosa, ¡Deja de llamarme de ese modo!

—Tal vez te llamaría por tu nombre si me lo dijeras, florecita.

—Mi nombre es Woong, ya puedes irte.

El chico sonrió en mofa, sacando a Woong un poco más de quicio.

—Está bien, pero, ¿vas a acompañarme esta noche?, Yeri aún no puedo hacerlo.

De verdad quería decirle que no, de verdad quería darle al menos una bofetada, pero, tal vez Yeri estaría tan agradecida de que él lo hiciera una vez más...

Asintió.

—Pasaré por ti a las diez y media, entonces.

El chico arrancó la motocicleta pero Woong lo detuvo un poco antes.

—Tú... Aún no me dices tu nombre...

WooJin —Y una sonrisa más. —Estáte listo para esa hora, florecita.

De verdad que era un desastre.

HOLD TIGHT - ChamWoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora