Damon.
Me siento a gusto cuando Elena me da un abrazo, pero no sé qué me está pasando, parece que me estoy enamorando de mi hermanastra.
- Elena, tenemos que ir a abajo, ya son las 9:00 de la mañana –le digo con una sonrisa en la cara.
- Vale, espérate que me cambio. –dice, yendo al armario.
- No, no te cambies estas muy guapa en pijama. –digo sorprendido con lo que he dicho.
- Vale, pero te tienes que poner una camiseta. -dice sonrojada, porque miro mi torso desnudo.
- Ven. –digo, cogiéndola de la mano y sintiendo otra vez esa electricidad.
- ¿Adónde vamos? –Elena pregunta dudosa.
- Vamos a mi habitación, porque me has dicho que me tengo que poner una camiseta.
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- Ok. –dice Elena.
Vamos a mi habitación y Elena se queda sorprendida.
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Mi habitación es así:
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- Yo me creía que sería como de color negro, un escritorio negro y las sabanas negras. –dice Elena.
- A ver a mí me gusta el negro, pero a mi habitación no le pega. –digo.
- A vale. –dice Elena asintiendo.
Voy al cajón y saco una camiseta negra, y Elena se sienta en la cama esperando a que yo me pusiera la camiseta.
- ¿Ya has acabado? –pregunta.
- Sí, pero nos vamos a quedar aquí un poco más. – lo digo de broma, y ella se queda callada.
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Enamorada de la persona equívocada.
RomanceHola me llamo Elena, os voy a contar mi historia de cómo me enamoré de un chico muy atractivo, mujeriego, ligón, y de todas las cosas peores en el mundo mi hermanastro, si mi hermanastro, sé que me podía haber enamorado de un chico encantador que no...
