Hola me llamo Elena, os voy a contar mi historia de cómo me enamoré de un chico muy atractivo, mujeriego, ligón, y de todas las cosas peores en el mundo mi hermanastro, si mi hermanastro, sé que me podía haber enamorado de un chico encantador que no...
Cuando vi a esa tía, no la conocía de nada, y vi a Elena que la puso en su sitio. Se subió al coche y nos quedamos callados en todo el camino.
Llegamos a casa, me baje del coche corriendo y fui a la parte de Elena y le abri la puerta y la bese. Acabamos el beso y me abrazo.
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- Te quiero. –dice triste y con ganas de llorar.
- Yo te quiero más, -digo alegre- y no llores que si no lloro yo.
- No voy a llorar –dice y se separa de mí y me mira a los ojos y sonrió.
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Y la beso:
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- Vamos adentro. –digo besándola.
- Un poquito más, -dice- 3 minutos y ya. –dice besándome.
- Vale, 3 minutos –digo besándola.
3 minutos después:
- Vamos a dentro ya han pasado 3 minutos. –digo separandomela.
- Vale, vamos. – dice y me coge de la mano.
Vamos hacia la puerta y saco las llaves y entramos a la casa, esta Olga en la cocina haciendo la comida, y mi padre pone la mesa, que es muy raro de mi padre.
- Damon, Elena ya estáis aquí. –dice mi padre.
- Hola papá. –digo sin ganas.
- Hola pepe. –dice Elena sin soltarme la mano.
Viene Olga y va a donde Elena y le da un abrazo y un beso, va a mí y me da un abrazo, que por qué llevo tiempo sin que nadie me diera un abrazo como si fuera una madre Olga para mi.
- ¿Cómo os ha ido a primer día de instituto? –Olga pregunta al lado de mi padre.
- Muy bien, ha sido el mejor día de mi vida. –dice Elena mirándome con una pedazo sonrisa en la cara.
- ¿Y a ti Damon? –Olga pregunta.
- Igual, el mejor día de mi vida. –digo sonriendo mirando a Elena.
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