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Es curioso pensar en los sueños. Algunos pueden ser grandes, como el llegar a viajar por todo el mundo antes de morir; otros son más pequeños, cómo el de llegar a obtener ese libro nuevo de tu autor favorito; pero todos son eso: sueños, metas que nos mantienen vivos, emocionados de estarlo.

Para un grupo de amigos completamente diferentes entre sí sería bastante complicado llegar a tener un sueño en común, pero para The Strangest Strangers (o al menos es como se hacen llamar) esto no representó problema alguno.

Tenían el sueño, quizá algo grande, de vivir todos juntos algún día.

Algunos terceros criticarían, haciendo constantemente comentarios desalentadores y pesimistas. Aún así, para estos chicos, quienes nunca perdieron esperanzas, no era imposible. Nunca lo fue.

Y ahora, reunidos frente a una linda y cómoda casa, algunos con lágrimas contenidas en los ojos y las manos entrelazadas, se ríen diez jóvenes de todos aquellos que los subestimaron. Porque lo lograron. Están ahí. Todos.

A pesar de las dificultades habidas y por haber, a pesar de la frustración, la ira y la tristeza, se encuentran ahí de pie juntos, como lo han estado desde hace tanto y como saben que seguirán por un largo tiempo.

Luego de mirar como tontos la vivienda frente a ellos por lo que fácilmente fueron un par de minutos, la más joven de ellos se adelanta un poco hasta entrar al campo de visión de los demás.

—Bien —dice, limpiando no tan disimuladamente el líquido de sus ojos. Nunca fue dura para los sentimientos—. Entremos antes de que se nos haga más tarde. Hay muchas cosas por hacer, muévanse.

Saliendo de la bruma de la felicidad pero aún con emoción, hacen caso a la orden y se adentran no solo a su nuevo hogar, sino también a su nueva vida.

—Que Dios nos guie y nos proteja —ruega en voz baja Alessandro, quien es el último en entrar, antes de cerrar la puerta. Ante esto, se deja escuchar un bufido divertido de alguien dentro, seguido de un "déjalo, Ivan" entredientes.

Vaya que hacía bien en pedir toda la suerte del mundo para su estadía. Esto era una locura. Sin duda alguna.

Pero eso era la parte más divertida de todo.

 The Strangers ChroniclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora